Depresión mayor y resistente
Sentirse triste o vacío sin causa aparente, pérdida de interés o placer en actividades que antes producían satisfacción , aumento o disminución exagerada del apetito, exceso de dormir o insomnio, fatiga o pérdida de energía, sensación de culpa o de no servir para nada, intranquilidad o enlentecimiento motor, pérdida de la concentración o disminución de la habilidad para pensar, e ideas de querer morirse o quitarse la vida son los síntomas cardinales de lo que se denomina DEPRESION MAYOR.
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El 50% de estos cuadros se presentan entre los 20 y los 50 años de edad. Se presenta en 15% en hombres y 25 % en mujeres en algún momento de la vida. Se trata de una enfermedad que tiende a repetir en más de la mitad de los casos por lo que amerita cuidados a largo plazo. Cerca de 20% de los casos dejados sin tratamiento desarrollan enfermedad cardiovascular que puede llevar a infarto del miocardio.
SE CALCULA QUE EL 50% DE LOS CUADROS DE DEPRESIÓN MAYOR NO SON DIAGNOSTICADOS Y NO RECIBEN TRATAMIENTO ADECUADO. Dejado a su evolución espontánea un episodio puede durar de seis meses a un año limitando o incapacitando a la persona que la sufre para el trabajo, los estudios , y la vida familiar y social.
Ciertos indicadores hablan de buen pronóstico ( menor número de episodios y más benignos). Ser mujer, que el primer episodio ocurra tardíamente en la vida, que se cuente con un sólido grupo de apoyo social ( familia, amigos etc), que exista una historia ocupacional o académica previa exitosa, que el funcionamiento familiar sea armónico en el momento de ocurrir la enfermedad, y que no se presenten enfermedades médicas o psiquiátricas que compliquen la enfermedad son indicadores de buen pronóstico.
El uso de antidepresivos combinado con psicoterapia individual y familiar es el tratamiento de elección y permite lograr una mejoría sustancial de la mayoría de los pacientes con este padecimiento (70% o más). Los síntomas se reducen apreciablemente o desaparecen; y reaparece una sensación de bienestar emocional y físico. También se logra una recuperación del nivel de funcionamiento ocupacional y social. La mejoría no es inmediata, pero se presenta progresivamente en cuatro a seis semanas. Si el paciente cumple a cabalidad su tratamiento la recuperación se mantiene en el tiempo.
Lamentablemente muchos pacientes interrumpen el tratamiento al sentirse mejor y recaen. Lo indicado para un primer episodio es que el tratamiento se mantenga por ocho meses a un año y en episodios posteriores por más tiempo.
La depresión resistente es un cuadro clínico que ocurre en el 30 % de los pacientes. Se define como resistente cuando se ha cumplido con un tratamiento antidepresivo adecuado por suficiente tiempo y no se ha obtenido la respuesta esperada. Después de ocho semanas consecutivas de psicoterapia más tratamiento antidepresivo bien cumplido por el paciente, a dosis suficientes y crecientes, y luego de intentar por lo menos un cambio de medicación, se puede estar en presencia de un cuadro de depresión resistente. El tratamiento de estos casos es difícil. Sin embargo se han desarrollado esquemas de tratamiento para este tipo de pacientes que son prometedores , pero requieren tiempo y paciencia.
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