Claves para saber si sufre de cancerofobia
No se acercan al microondas. Rechazan toda clase de alimentos procesados. Los refrescos light ni los ven. Evitan utilizar cosméticos, fragancias y jabones e inclusive los productos de limpieza. Se exceden y exageran con las normas de prevención. Cualquier dolorcito lo asocia con cáncer, inclusive un dolor de cabeza o mareo.
La fobia o miedo al cáncer es más frecuente de lo que la gente piensa. Se trata de una patología psiquiátrica conocida como carcinofobia o cancerofobia y la cual se caracteriza por un temor irracional, enfermizo y obsesivo a padecer la enfermedad.
La patología requiere tratamiento psiquiátrico al igual que un trastorno de pánico.
El médico oncólogo Miguel Salomón explicó en una oportunidad, durante un Curso de Oncología para pacientes que se realizó en el Hospital de Clínicas Caracas, que se ha desatado una especie de cáncer fobia que crea mucha angustia en la población.
El especialista explicó que existen ciertos tumores que no son detectables, (precozmente) a través de radiografías, placas o tomografías.
Sin embargo, señala que existen pautas que han sido claramente establecidas en relación al tiempo en que deben hacerse las pesquisas y que toman en cuenta la edad, el riesgo y antecedentes familiares, entre otros.
Aunque la cancerofobia la pueden padecer personas que no tienen la enfermedad, los sobrevivientes a un cáncer también pueden sufrir de miedo y angustias.
¿Cómo reconocer sí la padece?
-Creen que se pueden contagiar. El cáncer no es una enfermedad transmisible. Tampoco se puede inocular, como afirmaron cuando el presidente Hugo Chávez sufrió la enfermedad. Quien padece de cáncer fobia piensa que también puede resultar afectado y que al estar en contacto con una persona con la enfermedad se le puede diseminar el cáncer.
-Con el sólo hecho de tener un familiar o un amigo con cáncer, ya piensan que también pueden padecerlo. El cáncer es multifactorial e intervienen, entre otros, alimentación, cigarrillo, edad, exposición solar. Existen protocolos que el médico toma en cuenta a la hora de medir los riesgos de sufrir la enfermedad.
-Extreman medidas de prevención. Son indudables los efectos dañinos del cigarrillo, hábito que no sólo se asocia a cáncer de pulmón o enfermedad coronaria, pero los obsesivos no permiten que ningún fumador se les acerque, aún cuando no tenga ningún cigarrillo en la mano.
-Piensan que se hereda. Si bien, el papel de la herencia es importante, hoy día existen pruebas moleculares que pueden anticipar el riesgo de sufrir la enfermedad. Según Fabiola Fabiano, inmunóloga clínica, hoy día ya existen pruebas de laboratorio que permiten anticiparse y predecir sí una persona es genéticamente susceptible a padecer cáncer, por ejemplo, en cáncer de mama.
-Seguramente cuando la Organización Mundial de la Salud, publicó que el consumo de carnes rojas y procesadas causa cáncer en humanos muchos entraron en pánico. Sin embargo, la clave está en consumirla, al igual que otros alimentos con moderación y no más de dos veces por semana.
–Tienen un excesivo miedo a la muerte.
-Exagera cualquier síntoma y por ejemplo, llega a pensar que su dolor de cabeza se debe a un tumor cerebral . Cualquier cansancio, fatiga, dificultad para respirar o sintoma lo asocia con la enfermedad.
– También puede pasar todo lo contrario. Hay personas que se rehúsan practicarse pruebas de despistaje por miedo al diagnóstico de la patología. Aunque algunos cánceres no son detectables en sus inicios, el de mama, cuello uterino o próstata, requieren de pesquisas anuales. Los exámenes de detección pueden reducir la mortalidad por cáncer si se detecta en estadios tempranos.
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