Berlinale 2008 Día 4-5
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Madres no nacen, se hacen
Tilda Swinton, la actriz escocesa de cuna aristocrática, demostró magistralmente en la película «Julia» del director francés Eric Zonca (con un guión desbordado y excéntrico) que no todas las mujeres quieren o pueden ser madre. Ese tal llamado instinto materno no es inherente al hecho de ser mujer, es una construcción del deseo. Digo que lo demostró magistralmente porque en esta película hace de una alcohólica indomable que en un acto de total desesperación y atormentamiento etílico decide llevar a cabo el plan de una madre mexicana desesperada y al borde de la locura, de secuestrar a su hijo de la tutela del abuelo gringo millonario. Lo hace, totalmente embriagada y desesperada, tal como un inmenso pájaro herido, con sus 1,80 metros y en zapatos altos, excluyendo a la propia madre ideadora del plan de secuestro. Y lo ejecuta ocultando el rostro inverosímil pálido detrás de una máscara negra como la muerte y con una pistola cargada que en cualquier momento puede dispararse. Secuestra al niño Tom (interpretado por el joven actor de 11 años Aidan Gould) y pide el rescate al abuelo millonario $2 millones que tienen que ser depositados en un locker de la estación de trenes. Policías apostados por doquier impiden hacer la transacción. Huye con el niño a un hotel y luego a otro, y luego al desierto entre Tijuana y Mexcalí y Tom sufre todo tipo de maltratos de esta antimadre: lo hace dormir con calmantes, le ata pies y manos, lo deja casi desnudo la primera noche del secuestro, lo apunta con el revolver, le da de comer solo chips y papas fritas, etc. En el transcurso de la película, y ya en territorio mexicano comienza a tejerse una relación estrecha entre ambos: el niño actúa como un pequeño hombre y ella como una niña jugando a ser buena. En un giro del guión Tom es secuestrado por una banda de mexicanos mafiosos. Al final, ella logra encontrarlo, para intercambiarlo por los $2 millones y quedarse con las manos vacías. Es un desenlace inusitado y poco factible, pero irreverente. Por ello, pese al sensible tema de la violencia a y el tráfico de menores, es posible aceptar quedarse viendo a Tilda Swinton. Recuerda incluso vividamente aquella magistral interpretación de Charlize Theron en «Monster» (2003), en la que ésta ganó el Oso de Oro como mejor actriz. Silda Twinton es, sin lugar a dudas, la actriz favorita para el Oso de Oro en esta Berlinale extraordinariamente dinámica. También ya lleva una nominación al Oscar.
La Maja Desnuda de Kingsley
Ben Kingsley ganador del Oscar por «Ghandi» (1982) y nominado innumerables veces a premios internacionales, luce en «Elegy» un cuerpo portentoso y atractivo. Se ve mejor aquí, donde hace el rol de un erudito profesor de arte, junto a Penélope Cruz y Dennis Hopper, que en el rol arriba mencionado. Kingsley es un Caballero del Reino Unido y lleva su titulo de «Sir» con la similar elegancia de Sean Connery. Es un acontecimiento escucharle hablar en la conferencia de prensa y a ratos recordamos a aquel otro genio del cine y de las artes: Peter Ustinov. Kingsley desea que sus películas sea como poesías japonesas: Haikus que lo digan todo en pocas imágenes.
«Elegy» es la película de la directora catalana Isabel Coixet, ya internacionalmente conocida en dos oportunidades en la Berlinale por «Cosas que nunca te dije» (1994) y «Mi vida sin mi» (2002). «Elegy» está basada en la novela de Philip Roth «The Dying Animal».
Consuela (Penélope Cruz), su estudiante de arte y descendiente de cubanos ricos, es objeto de su deseo. Y es, contemplada por él, extasiadamente. Su extraordinaria belleza es hipnotizante y subyugadora. Comienza a celarla, a obsesionarse y a toparse con las leyes del deseo libidinal. Y así, el profesor de arte, treinta años mayor, se enamora perdidamente de ella, y en eso se da cuenta, que el amor entre ellos es imposible. 30 años, son más tarde o más temprano, un abismo. No un abismo de pasiones como en la película mexicana de Luis Buñuel (a quién está dedicada, por cierto, la retrospectiva), sino en un abismo de desencuentros. El amor da miedo. Tanto que lo mejor es huir. La certeza de la muerte del mejor amigo y confidente (el actor Dennis Hopper) es lo único que le hará transformarse. Kingsley es genial en su rol y Penélope Cruz, aunque ciertamente bella, no deja de ser más que una remembranza de la Maja Desnuda de Goya. La actriz andaluza, que no se opone a aceptar roles de mujeres latinoamericanas, ya que las culturas de los sentimientos son similares, está cautiva de su belleza y no merece una comparación siquiera aproximada a Catherine Deneuve o Jeanne Moreau cuando actrices jóvenes.
Danza de Avestruces
La preciosa y etérea película del director iraní Majid Majidi «Avaze Gonjeshk-Ha» -The Song of Sparrows – traducible al español como “El canto de los Gorriones” y mostrada acertadamente en Competencia, es más que el canto de estos pequeños pájaros. La película de escasos 96 minutos es la perfecta y espectacular danza de los avestruces, el vibrar agónico de peces dorados arrojados por muchas manos de niños llorosos al canal de agua para que no perezcan, la noche de luces estrelladas multicolores producida por una manta en el suelo llena de piedras preciosas vista desde arriba. Es la más pura y lograda poética cinematográfica con una fotografía original e impecable.
Karim, el personaje iraní con rostro de Gèrard Depardieu, era cuidador de estas aves mullidamente emplumadas y de cuellos largos, hasta que un día una de ellas, huyó por las colinas desérticas y lo votaron. Karim tiene unos ojos que expresan todo lo inexpresable del amor hacia la naturaleza de un suelo desértico cercano a Teherán y hacia su familia que provee con huevos inmensos de avestruces o con los restos que halla en las construcciones de la gran ciudad islámica donde ahora tiene que ganarse la vida, siendo taxista motorizado. Y en ese mirar, descubre luego de un accidente en que se rompe una pierna, que su vida no está en la ciudad grande y moderna, donde ganar dinero fácilmente puede conducir lentamente al camino de la inescrupulosidad, del robo y de la avaricia, sino en el campo. Lo tradicional y lo moderno están contrapuestos dicotomicamente, pero sin llegar a moralizar. Karim opta por los avestruces y vuelve a trabajar con ellas, cuando la desaparecida regresa y danza como una sensual bailarina persa de las 1001 noches.
Madonna el día de los enamorados en el festival
En dos días llegará Madonna a Berlín y al festival para presentar «Filth and Wisdom», su primera película como directora. Se espera un tumulto en las puertas de la conferencia de prensa en el Hotel Hyatt, de buena parte de los 4000 periodistas acreditados de todo el mundo e idiomas. Lo mismo también será en la función nocturna en el Palacio de la Berlinale, donde con seguridad, fans de varias generaciones se apostarán pese al frío y la lluvia para contemplar a la icono pop más importante y versátil de occidente. La Madonna musical, la Madonna componista, la Madonna MM, la Madonna cuenta cuentos, directora, guionista y por último la Madonna, que es, eventualmente, humanitaria en Africa (¿En verdad?)
Otras secciones: Restrosepctiva, Forum y Panorama
Seguirá un reporte sobre el cine brasileño y referencias a películas excepcionales en las otras secciones del Festival: Restrospectiva, Forum y Panorama y, por supuesto, un gran especial sobre el cine Gay y Trangénero. No se lo pierdan.
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Evento Día por Día
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