Así fue el último adiós al “Gallo de la salsa” Tito Rojas
Julio César Rojas, mejor conocido como “Tito Rojas”, quien perdió la vida el sábado 26 de diciembre tras un ataque fulminante al corazón, fue despedido por sus fanáticos y familiares en un funeral celebrado en el Coliseo Marcelo Trujillo Panisse de su pueblo natal en Humacao, Puerto Rico.
El féretro del salsero fue recibido por miles de seguidores al unísono de “Nadie es eterno”, canción que popularizó Rojas a principio de los noventa y lo inmortalizó así como sus otros éxitos: a ti volveré, porque este amor, condéname a tu amor, amor del bueno, lo que te queda, he chocado con la vida, me mata la soledad, te prefiero a ti, entre otros.
La voz de Rojas, quien tenía 65 años, se apagó un día después de Navidad, tras manifestar que se sentía mal. Sin embargo, murió en el carro donde sería trasladado a un centro médico asistencial.
Velorio de pueblo
El funeral de “El Gallo” se celebró como un velorio de pueblo. Dicen que el salsero fue muy humilde, familiar, y cercano a la gente. Y como tal, fue su último adiós bajo los acordes de “Nadie es eterno” sin cesar.
Durante las exequias, sus hijas Jessica y Kisha Rojas dedicaron unas emotivas palabras a todos los presentes, pero sobre todo, pidieron que elevaran una oración hacia quienes el sonero dejó: su viuda, “Ivy” Escobar; su madre Carmen López de Rojas y sus dos hermanos.
“A veces somos egoístas y nos cuestionamos por qué se nos tiene que ir. Ese hombre sembró y cosechó tanto y de tantas maneras. Le doy las gracias por demostrar ese cariño, amor y agradecimiento por todo lo que mi papá ha hecho por nuestro pueblo y a nivel mundial. Por eso vivo orgullosa y agradecida, en estos momentos me siento la hija más segura del mundo porque todos los que están aquí lo están representando a él”, manifestó Jessica Rojas, hija del intérprete.
La segunda de sus hijas continuó su discurso expresando que aunque pasaron por noches y días difíciles, Dios no las ha abandonado: “En todo este tiempo he visto su gracia, favor y misericordia, no tanto en mí, en mi familia, en mi hermana y mi papá. Aunque estuvimos pasando por el proceso del Covid, Dios tenía un plan. De esta forma, logró que mi papá estuviera más tiempo con nosotros, logró que pudiéramos cenar juntos en una mesa. Dios hizo que mi papá orara con nosotros el Día de Acción de Gracias. Dios ha sido tan bueno que me lo dio 65 años. Lo voy a extrañar, pero estoy tranquila, y en paz tengo mi corazón porque en vida honré a mi padre”, enfatizó Jessica.
El distanciamiento físico, los tapabocas y el resto de las medidas de bioseguridad para evitar la propagación del coronavirus, fueron tomadas en cuenta para todos los asistentes, quienes ingresaron por una puerta y salieron por otra para evitar las aglomeraciones.
Los fanáticos fueron pasando frente al ataúd abierto con los restos mortales del cantante, que estaba sobre el escenario acompañado por una bandera de Puerto Rico y dos pantallas laterales que mostraban fotos de Rojas tanto en presentaciones como con sus familiares.
Una calle llevará el nombre del salsero boricua
Néstor Galán, quien fungió como maestro de ceremonia, expresó: “celebramos su vida y su legado. Vamos a dale un fuerte aplauso, que eso lo llenaba de emoción, el recibir el cariño de su gente” y en ese instante un mar de aplausos sonó junto a todos los presentes que se pusieron de pie rindiéndole el último adiós al intérprete de “Señora” y “Señora de madrugada”.
El alcalde de la entidad, Luis Raúl Sánchez, organizó junto a su equipo las honras fúnebres del Gallo y anunció que dejó instrucciones en la legislatura municipal para nombrar la calle que conecta el Centro de Bellas Artes del municipio con el Coliseo para que lleve el nombre “Julio César Rojas López”.
El sepelio de “El Gallo” estaba pautado para este miércoles 30 de diciembre a partir de las 10:00 am.
Adio Tito Roja, Descansa en paz, el cielo se llena de Gloria con tu musica.