Arquitectura:Julian Ferris
Julián Ferris fue uno de los más destacados arquitectos venezolanos de la segunda mitad del siglo pasado, distinguido en 1965 con el Premio Nacional de Arquitectura. Pero ahora, con motivo de su fallecimiento ocurrido hace escasos días, quisiéramos recordar una faceta de su vida menos comentada y quizá, injustamente, menos valorada.
Es bien conocido cómo, a la muerte de Gómez, Venezuela entró en un proceso de modernización tan evidente como para que Picón Salas considerara que fue entonces cuando el país ingresó en el siglo XX. Dos décadas después, a raíz de la caída de la dictadura perezjimenista, ocurre una segunda oleada de modernización que incide sobre aspectos esenciales del desarrollo de la sociedad venezolana. En esta ocasión se hará referencia a dos de ellos en los cuales Julián jugó un muy destacado rol: la modernización de la universidad y la implantación del sistema nacional de planificación.
A la caída de la dictadura fue designado Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, convirtiéndose además, al poco tiempo, en el primer Decano electo. Tuvo la suerte aunque pienso que esta fue mutua- de desempeñar el cargo durante el rectorado brillante de Francisco de Venanzi, quien, en efecto, lideró el proceso de modernización de la UCV a través de decisiones fundamentales como la creación del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico y de la Facultad de Ciencias, además de la profesionalización de la carrera académica, estableciendo claros criterios para el ingreso y ascenso en el escalafón y creando el sistema de seguridad social del profesorado. Pero Julián jugó un rol particularmente relevante en la creación del Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES), cuya Junta Organizadora presidió. Este, una de las primeras instituciones universitarias venezolanas dedicadas a la investigación y la formación de posgrado, fue concebido como un proyecto compartido entre el gobierno nacional y la UCV para la formación profesional de los especialistas demandados por el sistema nacional de planificación que entonces se comenzaba a construir. Carrera Damas ha subrayado cómo en ese momento “la plena vigencia del Estado liberal democrático se da… conjuntamente con la creación del Sistema Nacional de Planificación”, un verdadero cambio estructural que prefigura lo que más tarde Octavio Paz imaginara como la síntesis entre liberalismo y socialismo y de cuya dimensión probablemente no estaban totalmente conscientes sus mismos protagonistas.
Para bien y para mal, los proyectos de entonces tuvieron desarrollos que sus autores no previeron y quizá tampoco desearon, pero nadie controla el futuro. En todo caso Julián Ferris nos dejó el legado de una generación que no sólo fue capaz de soñar un país más justo, sino que además intentó construirlo.