«Alcalde Corrupto» tiene más 100 mil descargas en el mundo
Los españoles juegan cada vez más a «Alcalde Corrupto», un juego para teléfono móvil creado por tres ingenieros en informática indignados contra los escándalos de corrupción que se multiplican en el país.
«Es un juego gratuito, lo hicimos en mayo y tiene más de 100.000 descargas en todo el mundo», explicó este lunes a la AFP uno de sus creadores, Javier López Camba, un gallego de 26 años que junto a dos amigos fundó hace un año el gabinete informático MeigaLabs.
El objetivo del juego, disponible para Android y iPhone, es «generar dinero o mejor dicho robar dinero», precisa.
La intención de este trío de jóvenes informáticos originarios de Orense, en el noroeste de España, con esta aplicación «es básicamente criticar la corrupción en forma satírica», asegura.
Y agrega: «estamos bastante desilusionados con el sistema político que parece que no funciona en nuestro país», donde dos partidos emergentes -el izquierdista Podemos y el centrista Ciudadanos- ganan terreno desde hace meses frente a las formaciones tradicionales denunciando la austeridad y la corrupción.
En la página web de MeigaLabs, el «alcalde corrupto» deja claras sus reglas de conducta: «Sé un buen político, engaña y roba lo que puedas hasta tener una buena cantidad de dinero en nuestro banco de Suiza».
«Somos corruptos, entre nosotros no lo negamos. Sobornamos, hacemos estafas, amañamos oposiciones, ayudamos a constructoras, cobramos en negro, evadimos impuestos, lo típico», agrega.
Las situaciones a las que hace referencia están casi todas inspiradas en «hechos reales», dice López Camba. «Cada día que mirábamos la televisión salía un nuevo caso de corrupción», explica.
Según afirma, el juego continuará alimentándose de frases de políticos aparecidas en la prensa.
Así, el personaje del «alcalde corrupto» puede contestar a un periodista que le lanza una pregunta sobre la desaparición sospechosa de fondos públicos: «investigaré a fondo quién los ha robado» o «la culpa es del anterior gobierno».
Sus creadores, sin embargo, siguen sin enriquecerse: «de momento, no hemos ganado nada», bromea López Camba.