Utopía 19, donde el arte se saborea
Sentarse sobre una obra de Zapata no es algo tan excéntrico como parece. Aquí las sillas están vestidas con cojines alusivos al artista. Los cuadros e, incluso, el menú del restaurante tienen el mismo tema. Desde el 20 de marzo el caricaturista colma la galería Utopía 19. En este lugar, definitivamente, se hace realidad la premisa que dice que el arte se percibe a través de los cinco sentidos.
Utopía 19 nació hace 7 años y medio como galería de arte. Anteriormente solo era eso, una galería de arte. Pero en noviembre de 2014 esa concepción cambió: desde entonces se incorporó la oferta gastronómica en el proyecto de Nicola Bianchi, un ítalo-venezolano nacido en el país criollo, criado en el viejo continente y que se siente “italiano por cultura y venezolano por instinto”.
Cada dos meses aproximadamente viene una nueva exposición. Esto se traduce en un nuevo artista homenajeado y, por lo tanto, una nueva logística para convertir el lugar de manera que su temática gire en torno a él. Desde su inauguración han tenido tres exposiciones: iniciaron con Edo y la exhibición llamada “Conductores de un país 2”, continuaron con “Vade retro”, de Rayma. Actualmente se puede apreciar “Boleros y ópera” de Zapata. La próxima muestra será de un fotógrafo: Donaldo Barros.
Bianchi conversó con analítica.com y explicó de qué manera su sueño de vivir rodeado de arte lo llevó a materializar una galería con un concepto particular en el país: un local en el que se combina lo visual con la gastronomía.
—¿De qué manera surgió este concepto de combinar la gastronomía con una galería de arte?
—Utopía 19 siempre estuvo concebida como arte. En principio era solo visual, pero luego decidimos pensar en un arte que, quizá, a veces se pasa por alto, pero es uno de los más sublimes: la gastronomía. Creo que esa es la más difícil porque tienes que contentar a los cinco sentidos.
Quería tener la oportunidad de ofrecer brindis y platillos de calidad en mi galería y que, además, los pasapalos fueran artísticos. Teniendo mi propia cocina era posible producirlos.
—¿Solo homenajea a artistas nacionales?
—Sí. Considero que cada país debe comprar a sus propios artistas.
—¿Qué fue lo más complicado a la hora de combinar el arte visual con el gastronómico?
—La galería es mi personalísimo viaje en el mundo del arte. El arte visual tal vez fue el más difícil de concebir. Yo soy ítalo-venezolano: me siento italiano por cultura y venezolano por instinto. Tuve que comenzar a empaparme poco a poco del arte venezolano. Tuve un apoyo muy importante de amigos coleccionistas, de críticos de arte. Fue necesario leer mucho.
La cocina es, entre comillas, un poco más sencilla, porque es una exigencia diaria de la gente. El arte como tal no lo es. En este sentido, trasladamos el concepto de la galería Utopía 19 como arte y por eso lo extendimos a la gastronomía.
El menú es cambiante, varía mucho para que haya emoción en la cocina, para que el cliente haga viajes diferentes cada día.
—¿Cuáles fueron los obstáculos más grandes que se les presentaron al querer construir este nuevo proyecto?
—El más grande fue construir en el país de “no hay” —risas—.
—¿Cómo lo superaron?
—Corriendo mucho por todas partes. No perdiendo el tiempo y no desanimándonos. Para ser honesto, fue una lucha dura.
—¿Cuál considera que ha sido su mayor logro hasta ahora?
—Divertirme con lo que hago diariamente.
—¿Cuáles son los objetivos de su negocio para este año 2015?
—Para este año lo que queremos es seguir haciendo las exposiciones que tenemos planeadas y seguir ofreciéndole resultados al público. Queremos seguir innovando y llenando de experiencias a nuestros clientes.
Para nosotros lo más importante es ofrecer un buen servicio y una excelente atención al cliente. Eso es fundamental.
—¿Cuál es su plan de crecimiento?
—Yo considero que los proyectos a futuro se dan en el camino. Uno tiene ciertas ideas y poco a poco se presentan las oportunidades. Es importante ser bastante moldeable para elegir cuál es la dirección correcta e ir hacia allá.
Pero un sueño que tenemos es que Utopía tenga varias sucursales. Inicialmente podría ser en otra parte de Caracas, pero en realidad yo sueño con tener un espacio así en Los Ángeles, Miami, Nueva York. No sé si se va a dar, pero estoy seguro de que si este concepto lo traslado a esas ciudades funcionaría y la gente lo consideraría como algo super innovador.
—¿Quién es el cliente de Utopía 19?
—Utopía es un sitio donde todos son bienvenidos. Para mí, quien viene a visitar la exposición de arte y la aprecia, es muy importante aunque no pueda comprar las obras.
El venezolano en general es perfecto para Utopía, porque es un personaje que goza la vida. Esta Utopía es un Carpe Diem, es un buen vivir artísticamente. El arte de vivir, y eso el venezolano lo lleva por dentro.
—¿El venezolano aprecia el arte?
—El venezolano es un comprador muy interesante para el arte. Hace tiempo escuché una entrevista de Cruz Diez donde él explicaba cuán difícil es vender una obra en Francia, donde reside buena parte del año. En países como ese, Panamá o Estados Unidos la gente piensa, reflexiona mucho antes de comprar una obra de arte. En cambio, el venezolano es un comprador compulsivo: viene, le gusta y lo quiere en su casa. Es un gran comprador de arte y también es uno que sabe muchísimo del tema.
—¿Por qué apostar en Venezuela?
—Yo aposté a Venezuela hace unos diez u once años. Venezuela te enamora, te gusta, es un país fantástico, tiene un clima increíble. Me parece el mejor sitio del mundo para vivir y hasta un cierto punto, para mí el único problema real es la inseguridad. El resto es algo que se puede resolver, y más aún en este país.
Si tienes un sueño, crees en el sueño y cada día te levantas y trabajas por él, las cosas pueden suceder. A mí realmente me gusta Venezuela y no me quiero ir de aquí.
—¿Qué consejo le daría a un emprendedor que quiera iniciar un proyecto?
—Lo mejor que le puedo decir es que si tiene un sueño lo persiga, que por nada del mundo deje de hacerlo y, sobre todo, que no se canse.