Método del parto respetado asegura niños más sanos y felices
A pesar de que este procedimiento ha disminuido la mortalidad materno infantil, el predominio de la decisión médica sobre cómo traer el bebé al mundo, y el miedo de la parturienta a hacerlo, dejan impactos negativos para la salud, tanto de la madre como del neonato, de acuerdo con estudios médicos europeos. Por eso, en las últimas décadas comenzó a realizarse el parto respetado, un modo de atender el proceso en el cual se privilegia la voluntad y las necesidades de la mujer que dará a luz.
En Venezuela, una de las instituciones pioneras en desarrollar la infraestructura idónea para la atención del parto respetado es el Grupo Médico Santa Paula (GMSP), que cuenta con la asistencia médica especializada, para ayudar a fomentar el apego precoz del bebé con la madre. “El 19 de junio del 2014 ocurrió el primer parto en la institución y fui el primero en atenderlo”, señaló Carlos Luis Hernández, gineco-obstreta de la institución, quien tiene a su cargo asegurar los nacimientos de un modo más sano y feliz. Cinco habitaciones bien equipadas para prestar el servicio hacen la diferencia con otros centros de salud en Caracas, además de la tecnología de avanzada y de calidad.
Cuidados especializados
En el GMSP las habitaciones TPR permiten que el trabajo de parto y la recuperación ocurran en un solo lugar, con las condiciones ambientales adecuadas y permitiendo la participación de los familiares, al mismo tiempo que se otorga toda la libertad al paciente de elegir las medidas médicas y paramédicas que tradicionalmente se utilizan en la atención de un parto.
“Esta es la primera clínica en tener espacios diseñados especialmente para el parto respetado y atender cualquier complicación que se presente durante el proceso. También cuenta con un retén, terapia intensiva neonatal, quirófano, y otras salas para la ejercitación de la futura mamá, de manera integrada”, dijo el galeno. Una particularidad es la cama, la cual se transforma para las diferentes etapas del proceso, facilitando el cambio de posiciones, que favorece así no solo a las parturientas sino también la labor de los médicos.
Disponen de un calificado equipo conformado por médico gineco obstetras, enfermeras especializadas, neonatólogos y anestesiólogos. También están las doulas, quienes alistan a las pacientes con cursos de educación prenatal, las preparan para el parto y vigilan su bienestar.
Hernández añadió que en las estadísticas del GMSP, el parto respetado va en ascenso, superando actualmente el 50% de las pacientes primerizas, en contraste con el 20% que históricamente se había registrado. Asimismo, destacó los efectos positivos del parto respetado para la salud tanto en la madre como en el niño. “La madre se recupera más rápidamente en un parto normal que de una cesárea, que al fin de cuentas es un procedimiento quirúrgico, susceptible de mayores riesgos y complicaciones. Desde el punto de vista psicológico es importante, porque sentirse bien en el trabajo del parto se traduce en beneficio para la mujer”, finalizó el especialista.
