Flow es una criptomoneda que se encuentra entre las setenta monedas de tipo crypto con mayor capitalización de mercado y tiene un valor de 12$ aproximadamente.
Fue ofertada públicamente en el 2020. Flow también es una cadena de bloques descentralizada y amigable para los programadores, por lo que representa un ecosistema en el cual se han desarrollado juegos y aplicaciones. Flow se basa en una arquitectura de 4 nodos que permite escalar bloques de la cadena sin comprometer la descentralización del sistema.
El token de esta criptomoneda lleva su propio nombre y es el de tipo inflacionaria, lo cual significa que su valor solo incrementa si su demanda es mayor a la generación de nuevos tokens. El ecosistema es programable en lenguajes fáciles de usar, con guías y herramientas para sus usuarios, los cuales casi siempre están en internet.
¿Cómo es la economía de Flow?
Para utilizar los servicios y las aplicaciones de Flow, los usuarios deben depositar un capital mínimo, lo cual es criticado porque existen muchas otras aplicaciones en el mercado que son gratis. En la red de Flow la inflación está ligada al costo de las transferencias.
De hecho, si el costo de realizarlas sube, la inflación baja; estos elementos están relacionados con los pagos que trabajan los validadores, ya que si confirman más transferencias, generalmente cobran menos por cada una porque generarían más tokens.
Para asegurarse de que haya personas a cargo como nodos del sistema, se distribuye las ganancias de los minadores según un sistema llamado «coeficiente de recompensa» y se distribuye anualmente según las actividades de cada miembro. Si desea involucrarse un poco más con las criptomonedas puede visitar Bitcoin System.
¿Cómo se conforma monetariamente en el ecosistema?
Flow permite que hayan monedas estables relacionadas con alguna moneda Fiat, o un compendio de monedas, es decir, cualquier persona puede crear una criptomoneda que mantenga su valor en el tiempo, sin que suba o baje considerablemente y unirla a un juego en particular dentro del ecosistema.
Las monedas secundarias también juegan un papel importante en éste ecosistema, ya que hoy en día la mayoría de los servicios de protocolo utilizados por cripto activos recurren a tokens secundarios que no acumulan valor en el ecosistema en el que se desarrollen.
Pero si se vinculan con el token primario, al cambiarlas a una tasa ajustada con una tasa calculada para no afectar la liquidez de Flow, se puede incentivar el trabajo sin incidir directamente sobre el precio del token principal.
Distribución y consenso de Flow.
El modo de confirmación de transferencias en este proyecto es el de la prueba de participación, el cual se fundamenta en un requerimiento mínimo de capital que debe ser congelado para el usuario a cambio de un beneficio de acceso en el minado de la misma.
La disponibilidad de adquisición de los tokens en los proyectos que se construyen en esta red es igual para todos los usuarios, es decir, ninguna persona se puede aprovechar de comprar antes de otras para obtener ganancias. Unas 350 millones de tokens son utilizadas en el desarrollo del ecosistema para ser distribuidas hacia comunidades virtuales, organizaciones sin fines de lucro, e instituciones académicas, dándose a conocer con la finalidad de sostenerse a largo plazo.
Una de las críticas que ha tenido este ecosistema, es que no es tan seguro como el Bitcoin o Ethereum, ya que al utilizar el sistema de prueba de participación, se depende de la buena voluntad de los programadores participantes para la continuidad del proyecto, y aunque tiene algunas colaboraciones con distintas empresas, no se puede asegurar que se mantenga con el tiempo.