Chocolates St. Moritz hizo realidad el sueño de 32 niños caraqueños
Una película que se hace realidad. Esa fue la experiencia que vivieron 32 niños quienes lograron cumplir el sueño de visitar una fábrica de chocolates y experimentar haciendo sus propios dulces.
Se trata de los pequeños del segundo grado del Colegio San Ignacio de Loyola, que en el marco de su proyecto de aula dedicado al cacao venezolano, fueron recibidos en la Planta de Chocolates St. Moritz ubicada en Caracas por su gerente general, Cristóbal Suarez y su equipo de colaboradores.
Con las emociones propias de la edad, los pequeños revivieron momentos de la película Charlie y la fábrica de chocolate escrita por Roald Dahl en 1964, la cual fue llevada a la gran pantalla en el año 2005 y en cada Navidad es fuente de inspiración para los más chicos.
Clase inspiradora
La visita recibida por el equipo de Chocolates St. Moritz forma parte del desarrollo de un proyecto escolar de aula dedicado al cacao, en el que los pequeños realizaron investigaciones previas sobre las zonas de cultivos y las bondades del cacao venezolano, uno de los mejores del mundo.
Según expuso la docente Marylin Cadenas, quien acompañó a los niños, el recorrido a través de la planta viene a completar el aprendizaje en aula y así lo demostraron al participar con sus conocimientos en el proceso de elaboración de algunos productos que exhibe la marca, entre ellos el Flaquito y la chupeta Choco Zoo.
Luego de colocarse la indumentaria necesaria de seguridad para el recorrido, los niños disfrutaron y aprendieron el proceso de la elaboración de sus propias chupetas Choco Zoo desde el proceso de manufactura del cacao, la selección de la figura del animal para elaborar sus chupetas hasta el vaciado y empaquetado de la golosina.
Sueños que se cumplen
Para las docentes que acompañaron este proceso de aprendizaje, la visita a la fábrica de Chocolates St. Moritz, una empresa 100% venezolana, es una experiencia maravillosa. Además de ser didáctica, pues los pequeños pudieron apreciar lo que han aprendido en clases sobre el cacao y su transformación en exquisitas piezas de chocolate, Chocolates St. Moritz permitió que sus instalaciones se convirtieran en espacios de sueños, para inspirar al hombre y a la mujer del mañana.
Por su parte, el gerente general de la empresa, Cristóbal Suárez, apuntó que “estamos muy contentos, orgullosos de recibir a nuestra generación de relevo. Aquí están nuestros futuros gerentes. Ellos serán nuestros gerentes de producción, de calidad y nos encanta poder mostrar lo que hacemos. Es un pequeño espacio para que puedan interactuar y disfrutar en este caso del proceso de manufactura de uno de los productos que más encanta a los niños como lo es el chocolate”.
El recorrido culminó con un refrigerio, la entrega de un cotillón y con un compartir en el que los niños valoraron el proceso de transformación del cacao a chocolate, algunos de ellos incluso inspirándose a crear nuevas fábricas de chocolates cuando crezcan.