Contusiones, fracturas verticales, heridas y lesiones músculo-esqueléticas, patología dorsolumbar, dolores en espalda, hombros y brazos y hernias suponían, y siguen suponiendo, causa de ausentismo laboral y largos periodos de rehabilitación de los trabajadores de empresas en las que el levantamiento y transporte de carga pesada es fundamental.
Sin embargo, con el paso del tiempo y gracias a la tecnología esto ha cambiado. Los rudimentarios equipos que constaban de palancas y y otras máquinas manuales para el levantamiento y transporte de carga ahora cuentan con diseños livianos, de operación automática y que incluso se manejan a distancia
La reducción del esfuerzo físico se ha disminuido y aun cuando todavía la mano del hombre es necesaria en el proceso para garantizar el almacenamiento y transporte de las cargas, el uso de la fuerza física y sus consecuencias son cada vez menores.
La industria de la elaboración de materiales se ocupa, cada vez con más cuidado y atención, de idear producir y fabricar componentes como tanquetas de carga que aumentan la seguridad en entornos en los que los riesgos humanos siguen siendo bastante elevados y en los que la seguridad industrial cobra una relevancia fundamental.
Uno de los desafías a los que siempre se ha enfrentado la industria portuaria, por ejemplo, es el levantamiento de materiales de gran peso a grandes alturas. la carga y descarga de barcos implica la utilización de grúas, plataformas y balancines de carga que requieren componentes de una precisión importante.
Un sistema de enganche inadecuado, materiales muy pesados y poco flexibles pueden ser desencadenantes de graves accidentes en la industria, lo mismo que si se trata de componentes de difícil manipulación. En este sector, la seguridad, pero también la rapidez pueden tener consecuencias importantes. Al final, como dice el dicho, «barco parado no paga flete».
Actualización permanente
Todo lo anterior habla de avances, ventajas y más ventajas y si bien es cierto que el mundo de hoy es más dinámico y ágil, también lo es el hecho que todos los sectores industriales requieren con mayor frecuencia de mano de obra cualificada.
La mano del hombre no es del todo sustituible y aquellos que trabajos que antes requerían del uso de la fuerza en nuestros tiempos requieren del conocimiento y la formación para la precisión.
En países del primer mundo, incluso para manejar una carretilla de carga en el almacén de una tienda de ropa o supermercado, se hace necesario estar certificados. Cualquiera podría pensar que estos equipos son de armar y conducir sin más ni más.
Pero la realidad es que el buen funcionamiento y utilización de todas las funciones de estos equipos requieren no solo de leerse un manual, sino y sobre todo, de estudiar y formarse para la conducción, utilización y mantenimiento de de los mismos.
Las empresas, por tanto, deben garantizar a sus trabajadores esta formación y los trabajadores exigirlas, porque aunque ahora son menos las lesiones y consecuencias del trabajo industrial, el desconocimiento puede tener consecuencias igual de graves o peores que fracturas o dolores dorsales y lumbares.