Alquilar: una opción que simplifica la cotidianidad de todos
Existe una tendencia que va ganando espacios a nivel mundial, en la que los consumidores comienzan a plantearse dudas acerca de la validez que representa la compra y adquisición tradicional de determinados objetos, bienes o servicios y lo que esto implica en gastos que en el corto o mediano plazo pueden producir un desequilibrio en sus presupuestos. La cada vez mayor conciencia ecológica y la crisis global abren oportunidades a otras alternativas de consumo, siendo el alquiler una instancia que ha venido avanzando a pasos acelerados en los últimos años.
En términos conceptuales, alquiler o arrendamiento es un contrato por medio del cual una parte se compromete a transferir temporalmente algo (bien mueble o inmueble, servicio u obra) a otra, que también tiene el compromiso de pagar por su uso una suma de dinero previamente acordada en un lapso también establecido con anterioridad. Uno de los prototipos clásicos de este tipo de pactos lo constituye el alquiler de una vivienda, local comercial u oficina, por medio del cual el propietario cede en convenio su posesión a cambio de recibir un monto determinado por parte del inquilino o arrendatario.
No compre, alquile
Esta modalidad se ha venido desarrollando paulatinamente y ya por entrar a la tercera década del siglo XXI, el mercado de alquileres se refuerza como una opción adecuada, sencilla, menos costosa y viable. En la actualidad son muchas las empresas, negocios o emprendimientos que ofrecen cubrir las necesidades de demanda por parte de consumidores y usuarios, sin que estos tengan la obligación de hacer la compra. Ya no hace falta realizar cálculos enredados, disminuir gastos, o simplemente negarse a la posibilidad de satisfacer el deseo de disfrutar de un determinado objeto que se anhela poseer, así sea por un tiempo limitado.
Alquiler de ropa. Es un rubro amplio, porque presenta una oferta variada de prendas que pueden ser objeto de negocio: vestidos de novias, togas y birretes para graduación, corbatas, disfraces, ropa de bebé, trajes para damas y caballeros, conjuntos, calzados (especialmente para el hombre), entre otras muchas opciones que tiene la persona de lucir esa prenda que precisa para el trabajo, una reunión social o cualquier compromiso personal. Asimismo, genera un ahorro relevante para el consumidor, que podría gastar hasta la mitad de lo que normalmente haría si efectúa la adquisición.
Alquiler de equipos tecnológicos. También es un apartado de enorme espectro y que brinda ilimitadas posibilidades en su oferta de productos y servicios. Desde el tradicional alquiler que compañías del ramo ofrecen para la organización de algún evento, hasta para el equipamiento completo de empresas, locales comerciales u oficinas. Equipos de sonido, parlantes, micrófonos, computadoras de escritorio, laptops, impresoras, pantallas, televisores, consolas, videojuegos, celulares. Toda una gama de productos susceptibles de ser alquilados y que sin duda simplifican el quehacer cotidiano.
Alquiler de automóviles. Práctica común mediante la cual se puede arrendar un vehículo para el transporte en distancias cortas o largas. Muy utilizada cuando la familia se va de vacaciones o por parte del ejecutivo que debe realizar un viaje de negocios. Ofrece autonomía, independencia para movilizarse, además que representa un apreciable ahorro de tiempo y dinero. También el mercado da opciones para alquilar de carros de lujo en ocasión de eventos especiales, y para otros medios de locomoción, tales como aviones, yates, motocicletas e incluso bicicletas.
Alquiler de espacios. Salas, salones, terrenos al aire libre, son diversas las alternativas existentes al momento de organizar un evento, bien sea de negocios o familiar. Es una excelente oportunidad para el arrendador de recibir un beneficio económico extra y al mismo tiempo, proporciona al usuario o empresa las ventajas de contar con un lugar con todas las comodidades que el espacio confiere.
Tome previsiones
Cuando el propietario del bien o servicio decide alquilar, se presentan algunas preocupaciones que pueden ser un verdadero dolor de cabeza. La típica situación de inquilinos que no pagan, hacen mal uso o dejan deteriorado el objeto alquilado, ocurren con mucha frecuencia y representan un verdadero obstáculo. Recurrir a procesos legales es un recurso válido, pero lo más importante es llevar a cabo una adecuada planificación, informarse al detalle, tomar medidas preventivas y asesorarse con profesionales en la materia que garanticen la buena marcha del negocio activado por las partes.