¿Emprender sin nada de finanzas?
Estoy cansado de conversar con emprendedores que tienen muy buenas ideas con gran potencial de monetización. Muchas son ideas extraordinarias que incluso podrían llegar a impactar al mercado, cambiar hábitos de consumo y convertirse en negocios millonarios. El común denominador en muchos de ellos es su pasión, la emoción de hacer un gran negocio, la ilusión de satisfacer una necesidad y que tienen limitados conocimientos financieros.
Como todo en la vida, el dinero juega un papel determinante en el nacimiento, desarrollo y muerte de un proyecto. Por lo tanto, todo emprendedor sensato y con una intención seria de prosperar, debe adquirir algunos conocimientos y competencias sobre las finanzas y el manejo del dinero antes de arrancar su proyecto. No hacerlo implica que el proyecto comercial tendrá los días contados y que el emprendedor tendrá una alta probabilidad de enfrentar una pérdida de dinero, de su tiempo y hasta de sus esperanzas.
Debes comprender el valor del dinero en el tiempo (presente y futuro) y el fenómeno inflacionario con su impacto directo sobre la economía global, de tu país y en tu proyecto. Las proyecciones financieras claras son determinantes y cometer errores podría sentenciar tu proyecto a la muerte. Contrariamente, ser asertivo desde el punto de vista financiero facilitará la fluidez y el desarrollo de tu emprendimiento.
Para que no te tomen desprevenido, en primer lugar, al emprender con disciplina debes saber controlar los ingresos y los gastos de forma eficiente y transparente. Debes separar tu economía personal de la economía de tu negocio, porque aunque te cueste creerlo, no son lo mismo. Hacer realistas proyecciones de ventas y estimaciones de costos es vital. Es obvio que si gastas más dinero del que logras recolectar por las diferentes formas de ingreso de tu modelo de negocio, estarás en la ruta de caer en la falta de liquidez y posteriormente en la condición de endeudamiento. Pero eso no es todo.
En terreno seguro
Es indispensable que conozcas las inversiones que vas a necesitar hacer y los lapsos en que se deben hacer, las fuentes de financiamiento inicial, el capital de trabajo necesario, el flujo de efectivo fiel o al menos lo más exacto posible, que logres entender y controlar la rotación del inventario y sus prioridades.
También debes analizar un posible apalancamiento o préstamo bancario y definir la capacidad de pago de tu negocio, comprender muy bien las distintas tasas de interés y su impacto en tu negocio, conocer los riesgos y beneficios de una devaluación monetaria, conocer los índices de rentabilidad, eficiencia, liquidez, solvencia, punto de equilibrio, la tasa interna de retorno, el tiempo de recuperación del capital, los métodos de valoración de las actuales y nuevas aristas del negocios, y estratégicamente tienes que saber programar las deudas por pagar y por cobrar.
Tener nociones sobre los estados financieros como el balance general y el estado de ganancias y pérdidas te permitirá ver en una especie de radiografía financiera, que es el desempeño económico de tu emprendimiento. De esta forma, ya sabes que no se trata de una exigencia académica, sino de una herramienta para monitorear tu gestión y de sobrevivir.
Para dimensionar adecuadamente el potencial de tu emprendimiento necesitas comprender el valor de los activos tangibles, muy conocidos por todos como fijos y circulantes, pero sobre todo asegúrate de comprender el valor de los activos intangibles, como las marcas, derechos de autor, patentes, secretos industriales, la tecnología en desarrollo, el saber hacer, la trayectoria y reputación y la experiencia, entre otros.
También debes conocer las obligaciones tributarias y laborales de tu emprendimiento y por ende, el impacto que tendrán en el desempeño económico del proyecto el pago de los impuestos nacionales y municipales, además de los pasivos laborales.
Con base al conocimiento y al análisis de todos estos elementos, como emprendedor tú vas a ir tomando decisiones permanentemente. Ten en cuenta que cuando las ganas de emprender se conjugan con el desconocimiento, la improvisación y la inexperiencia, las probabilidades de cometer errores se acrecientan. Lo malo es que en los negocios, los errores suelen ser muy costosos en términos financieros.
Mi recomendación profesional es que leas diariamente sobre finanzas, para que te familiarices y te documentes en la materia, y de ser posible, inscríbete en algún taller o curso sobre finanzas para no financieros o de finanzas para emprendedores. Si lo haces, en poco tiempo dejarás atrás la época en que comparabas las finanzas de tu negocio con la trigonometría del bachillerato.