Mundo Empresarial

Diez errores típicos de un nuevo emprendedor

Iniciar un emprendimiento no es tarea sencilla. Hacerlo requiere mucho esfuerzo, preparación, constancia y temple.

Generalmente, la idea inicial del proyecto suele evolucionar a medida que se avanza el tiempo y poco a poco se le da forma hasta que, finalmente, se convierte en el emprendimiento final.

Las equivocaciones sirven para aprender y volver a tomar impulso. Es por ello que aquí se recoge los diez errores típicos de todo nuevo emprendedor, detectados por la corporación colombiana Ventures, de emprendimiento:

1. No empezar

Una de las principales causas del fracaso de un emprendedor es la falta de investigación de mercados y no contar con un plan de negocios bien estructurado. Entre más preparado se esté antes de montar la empresa, mejor, pero un error aún más grave es no empezar nunca. “El miedo a fracasar crece cuando se dedica tanto tiempo a perfeccionar un plan de negocios o a minimizar los riesgos de mercado”, explica el profesor en emprendimiento Edward Adams, de la Universidad de Minnesota.

2. Pensar que no hay competencia

Guy Kawasaki, presidente de Garage.com, una de las firmas más importantes de capital de riesgo del Silicon Valley, escribe que este tipo de emprendedores tiene grandes dificultades para conseguir inversionistas y fracasa al ejecutar sus proyectos. Opina que en la actualidad es difícil argumentar ventajas competitivas pensando en ser el primer jugador; por innovadora que sea una idea, siempre hay otras similares cocinándose al mismo tiempo, tratando de descubrir cómo diferenciarse de la competencia.

3. No formar buenos equipos

Creer que se puede sacar adelante un proyectos solo es otro de los errores de los emprendedores. Por el temor a compartir conocimiento, o por el amor que les tienen a sus empresas, tienden a no unirse a otras personas y por falta de experiencia pueden fracasar.

4. Pensar que hacer empresa es una actividad de medio tiempo

Hay gran sabiduría en la frase popular “el que tiene tienda que la atienda”. Crear empresa es una tarea tan obligante que ocupa la vida entera de los emprendedores. Por ello, pensar que es posible hacer empresa mientras se tienen otras ocupaciones es una mala estrategia. Muchos ejecutivos intentan montar un negocio al tiempo que están empleados y al no ver despegar sus proyectos, se desaniman.

5. No tener presentes los aspectos legales

Organizar una empresa se puede convertir en toda una muralla que frena las iniciativas si se desconoce la estuctura legal. Además, otro error frecuente de un emprendedor es no proteger su propiedad intelectual.

6. Crecer más rápido de lo posible

Una vez que el emprendedor ha logrado poner en marcha una empresa, estará tentado a crecer por encima de sus capacidades. Crecer sin medida es responsable de más fracasos empresariales de los que se piensa. Los emprendedores no deben olvidar que las empresas se construyen poco a poco y con foco.

7. Exceso de optimismo

Por definición, los emprendedores son personas optimistas. Así debe ser, pues de otra forma no sacarían adelante sus proyectos ni convencerían a otros de acompañarlos con recursos y trabajo. Sin embargo, la mayor queja de los inversionistas en el mundo es que les falta realismo en sus proyecciones. Sobrestimar los ingresos y subestimar los costos es causa muy frecuente del fracaso empresarial. Además es usual que los emprendedores cometan el error de empezar a gastar lo que aún no han ganado.

8. Incapacidad para afrontar el cambio

La poca capacidad de algunos para encontrar caminos distintos para superar las dificultades es una de sus principales causas de fracaso. A medida que las compañías evolucionan, las estrategias se deben ir acoplando a los nuevos requerimientos. Pocos empresarios comprenden que los planes de contingencia son claves para crecer.

9. Falta de conocimiento de sí mismo

Antes de montar empresa es importante que el emprendedor se conteste unas preguntas básicas: ¿Tengo claridad en mis metas? ¿Estoy pensando en la estrategia correcta? ¿Puedo ejecutarla? La relación entre los intereses personales del emprendedor y la operación de las empresas es fundamental para el éxito.

10. No ponerse en los zapatos de los inversionistas

Para la mayoría es mejor ser el dueño de una porción de una empresa que tener 100% de nada. Sin embargo, no poner en práctica esta premisa arriesga la viabilidad de muchos proyectos. Para conseguir capitales externos, un emprendedor debe estar dispuesto a ceder participación.

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