Demasiado, emprendimiento que exalta el sentir venezolano
En Venezuela, algo que se destaca por ser diferente y genial se describe simplemente como «demasiado». En eso pensaron las hermanas Delia y Mari Olivieri, una maestra y una abogado, respectivamente, cuando decidieron -hace dos años- crear su propia empresa de fabricación de ropa.
Su pasión por la confección no es nueva. Cuando estaban pequeñas, solían acompañar a su madre a elegir las telas para coser los vestidos de todas sus hermanas y en sus círculos sociales siempre destacaban por las prendas de vestir originales que utilizaban.
«Un día tomé la decisión de renunciar a mi trabajo para hacer realidad mi sueño, que era empezar a vender cosas. Traje telas de la India, le pedí a mi hermana que se arriesgara conmigo y desde entonces emprendimos esta aventura», recuerda Mari.
«Queríamos hacer algo diferente. Odiamos el cliché. Queremos todo lo que no está de moda. Esa es la primera idea de Demasiado: hacer piezas únicas inicialmente con telas que habíamos traído de la India», añade.
-¿Cuáles fueron los principales obstáculos que se les presentaron al momento de emprender?
-Un país en total devaluación, sin producción, sin sentido de la reposición de la mercancía. Cualquier emprendedor en este país es un héroe. Un cierre requiere dos o tres días de búsqueda para encontrarlo. Emprender en Venezuela requiere dos o tres veces el esfuerzo. Eso nos vuelve más creativos y realmente te hace no pararte y aprender maneras diferentes de cruzar todos esos obstáculos.
-¿Y los obstáculos actuales?
-Los mismos que al principio, definitivamente. Un problema muy grave que tenemos en el país es el de la importación por la falta de divisas. Antes, todas las tiendas estaban surtidas de maravillas: el problema de mi mamá era cómo elegir una sola cosa para comprar; ahora es cómo encontrar una cosa. Ese es el primer gran obstáculo.
El segundo es la mano de obra calificada. Demasiado se caracteriza por la buena confección y actualmente es difícil encontrar a una buena persona y que, además, sea comprometida.
-¿Cuáles son sus objetivos para este 2016 que apenas empieza?
-Hemos pensado que para 2016 tenemos que concretar ese sueño de hacer a Demasiado una empresa más grande. Ya la marca se consolidó, ya la gente habla de ella. No visualizamos un Demasiado industrial porque lo que nos ha hecho diferentes es que cada una de nuestras piezas están hechas a mano. Por ello el crecimiento tiene que ser paulatino, no muy masificado.
Sin embargo, sí necesitamos ir creciendo, tener un taller más grande, porque el que tenemos ahorita es muy chiquito, solo estamos nosotras dos. La gente seguro se imagina que Demasiado funciona con una gran fábrica, pero la realidad es que somos dos locas pensando y haciendo de todo.
Otro de nuestros proyectos incluye hacer una tienda de Demasiado, donde la gente nos encuentre. Ahorita surtimos entre doce y quince tiendas a nivel nacional y 8 a nivel internacional, pero queremos que la gente pueda llegar a nuestro rinconcito.
-¿Cuántas prendas producen mensualmente?
-Producimos más de 350 piezas al mes.
-¿Cuáles son sus planes de crecimiento?
-Más adelante nos gustaría expandirnos internacionalmente. Ese proyecto ya está incubado: yo tengo una Green Card desde hace más de 10 años, pero soy de esas personas que no quiere irse del país. Esta es mi tierra, es mi querencia.
Aún así, con la facilidad que me da tener la Green Card, ya hemos constituido la empresa en EEUU. Necesitamos fortalecerla, pero eso requiere una inversión, un tiempo. Este es un proyecto para exportar y creo que con la facilidad de poder trabajar en EEUU podemos tener un paso importante para los años venideros. No veo a Demasiado como una marca grande, pero sí queremos que tenga un huequito en el mundo. Así como la reconocen aquí, que lo hagan en otras partes.
-¿Por qué apostar a Venezuela?
-Porque hay una cosa que se llama “mi querencia”. Este es mi país. No quiero abandonarlo. Aquí tengo a mi familia, mis hijos, mis papás, mi Ávila, todo. No quiero dejar mi querencia. Ese es el corazón de Demasiado, es entender que hasta los ranchos son tuyos y los tienes que querer. Estás en una cola y mentas madre, pero finalmente esa es tu cola. Mi país me lo dio todo. Esto es una circunstancia.
-¿Qué consejo le darías a un nuevo emprendedor?
-Lo primero es que si quieres emprender un negocio para trabajar menos, no lo hagas. Emprender es trabajar a la potencia mil y debes tener varios ingredientes: tienes que ser muy tenaz; saber exactamente qué quieres; tener una pasión loca por lo que haces, porque Emprender en Venezuela es lo menos fácil del mundo y tienes que ser empeñado. También debes tener creatividad: esta crisis nos ha traído demasiado buenos emprendedores que han creado cosas maravillosas y precisamente tener un producto único es lo que marca la diferencia.
Finalmente, nunca dejes de soñar. Para que tu negocio sea exitoso lo que tienes es que trabajar como un loco y es lo que estamos haciendo lo que nos quedamos en este país.