Aliadas en Cadena, institución que forma a mujeres exitosas
Cuán importante es el rol que juega la mujer en la sociedad; más en Venezuela, donde la familia se caracteriza por ser matricentrada. Sin embargo, todavía existen desigualdades que afectan a las féminas, como la violencia de género y la deserción escolar –producto del embarazo precoz–.
Hace diez años, Ileana La Rosa Orama se sintió bastante preocupada por esta situación, lo que la motivó a crear la fundación Aliadas en Cadena, una organización que usa, de manera estratégica, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC´s) para la promoción de los derechos humanos de las mujeres. La fundación tiene cuatro núcleos en Caracas y tres en el interior del país, distribuidos en Valencia, Barquisimeto y Maracaibo.
La Rosa conversó con Analítica sobre los servicios que ofrece la corporación y la evolución que ha tenido a lo largo de esta década.
-¿Qué la motivó a crear esta institución?
-Al ser un pilar de influencia en la sociedad, la fémina puede hacer empatía con –al menos– cinco personas de su entorno. Eso es sumamente interesante, porque nos da garantía de que todo lo que se invierte en ella se replica. Enton nuestros diez años hemos formado a 20.000 mujeres. Pero la cifra termina convirtiéndose en 100.000 beneficiarios indirectos (hijos, esposos, parientes, comunidad…). Definitivamente, el trabajo con la mujer es sumamente gratificante.
Además, algo que nos motiva es la erradicación de la pobreza, el fortalecimiento de la mujer como líder en su comunidad y la prevención de la violencia de género.
-¿De qué manera ayudan a la mujer?
-Nosotros llevamos a cabo un programa de fortalecimiento a la fémina, a través a través de una serie de proyectos en los que ella desarrolla competencias técnicas para conseguir empleo. Por otro lado, brindamos herramientas para potenciar su capacidad emprendedora, con el fin de que pueda tener su propio negocio.
En todo el proceso le damos acompañamiento psicosocial, y usamos la tecnología en absolutamente todo. Algo que termina siendo bastante interesante es que una vez que se gradúa, la beneficiaria queda inscrita en una red de egresadas, lo que le permite establecer alianzas estratégicas con las demás.
-¿Puede mencionar algunos casos de éxito que hayan salido de sus filas?
-Los emprendimientos tradicionales están relacionados con temas de servicio, cocina, confección, cosmetología, peluquería y belleza. Sin embargo, nos hemos encontrado con ideas bastante innovadoras. Por ejemplo, unas muchachas abrieron un negocio de mecánica dental en aeropuertos y terminales de autobuses.
Por otro lado, quienes nos manejan las redes son unas chicas que estudiaron con nosotros. O sea que tenemos negocios de todo.
-¿Quiénes son sus principales proveedores?
-Buena parte de nuestros ingresos provienen de las empresas a las que les hemos enviado empleadas. Dado que nos enfocamos en lo que se conoce como “Habilidades para la vida” (con el fin de valorar más el trabajo), la mujer que nosotros incorporamos a esos consorcios termina destacando. ¿Qué ocurre? Que muchas compañías, al ver lo bien preparadas que están nuestras chicas, nos han llamado para dictar los talleres a todo su staff.
El otro porcentaje está relacionado con donaciones voluntarias y con cooperaciones internacionales, como el apoyo de embajadas.
-Por último, ¿cómo celebrarán su primera década?
-Vamos a abrir un nuevo núcleo en Catia. Queremos crear una plataforma en la que podamos compartir con todas las sedes a nivel nacional. Además, tenemos un concierto el 14 de abril con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao y vamos a estar en la Carrera Plumrose.