UNASUR organización sin sentido

Las recientes e imprudentes declaración de Samper, Secretario General de UNASUR, no sólo son temerarias sino además inaceptables en el que debería ser un factor de equilibrio y ponderación para ayudar a restablecer la convivencia y la paz en Venezuela.

UNASUR no puede ser un mecanismo útil para la solución de controversias en la región si se limita a ser un club defensor de los poderes constituidos y cerrado al análisis objetivo de las violaciones a los DDHH que ocurran en los países miembros de la organización ideada por Chávez y Lula para suplantar en el sub continente a la OEA.

Una organización que designa como sus principales dirigentes a un ex presidente colombiano fuertemente cuestionado en su país e internacionalmente por presuntos vínculos con el narco tráfico como financista en su campaña electoral y un presidente vitalicio y autoritario de Surinam un pequeño país de la región, demuestra el bajo nivel que tiene y su futilidad como mecanismo para afianzar y desarrollar la democracia en América del Sur.

Si hay alguna posibilidad de restablecer un diálogo en el país entre el gobierno y la oposición, es indispensable que el mediador sea creíble y confiable para ambas partes y no uno que se pliegue a los diseños y propósitos de una de ellas. La situación actual del país es muy grave y se requiere objetividad y buena voluntad para solucionar los conflictos y encontrar el camino para una paz duradera.