Un país invertebrado
En los años veinte el filósofo español José Ortega y Gasset escribió un importante ensayo que tituló «España invertebrada» que recomendamos leer porque, salvando las distancias, se asemeja mucho a las circunstancias que, desgraciadamente, imperan en nuestro país en estos tiempos de desaguisado pseudo revolucionario.
La invertebración es característica de los moluscos, pero en un país es un signo de una peligrosa enfermedad que se caracteriza por la fragmentación de las instituciones del Estado y por la desmembración de las organizaciones sociales sean estas sindicales, empresariales o políticas.
En España eso ocurría por los cambios políticos de la monarquía a una incipiente y confusa democracia. En Venezuela, esa desmembración es parte de un proyecto político que pretendió destruir todas las estructuras de lo que consideraban la vieja sociedad burguesa para crear un nuevo esquema societario llamado pomposamente el socialismo del siglo XXI.
En España esa invertebración condujo en el tiempo a una sanguinaria guerra civil. En nuestro país lo que ha generado es un caos y una desorganización social que amenaza con convertirnos, si no se corrige a tiempo, en un país inviable.
Por lo visto la única esperanza que tenemos es ganar las elecciones parlamentarias, de resto no se vislumbran
signos de rectificación con el actual gobierno que sigue devastando el país porque ese es su propósito.