Tiempo de ciudadanos
Hemos llegado al fondo del pozo, no podemos caer más, hemos perdido la educación como actitud nacional, los ingresos abundantes por torpeza en el manejo, la fe ciudadana en nosotros mismos, la iniciativa honesta del emprendedor natural, la opción entre un oficialismo y una oposición dignas de que alguien las siga.
No importa un evento electoral inventado por un régimen ilegítimo que percibe la legitimidad como un recurso y no como un compromiso propio, no importa que la oposición se lance con desespero a buscar los pequeños espacios sacrificando todos sus planteamientos previos, no importa que seamos un gran problema migratorio para nuestros vecinos.
Lo que cuenta es lo que los venezolanos queramos hacer con nosotros mismos, y las respuestas no están en una dirigencia incapaz de ver más allá de sus narices, sino en cada ciudadano que entienda que el país es su responsabilidad, tanto como su única oportunidad.
Estamos en el llegadero, es tiempo de inflexión, tiempo de ciudadanos.
La conclusión está clara, es tiempo de ciudadanos, pero esa ciudadanía sin un proceso de concientización, sin una visión, sin estructuración y organización y sin movilización en todo el ámbito nacional, tampoco sirve de nada.