Sin financiamiento no hay paraíso
Si algo caracterizaba a las sociedades avanzadas del pasado, era la existencia de prestamistas, que eran en su mayoría judíos ya que la iglesia católica condenaba como delito de usura prestar dinero.
En la medida en que el comercio se fue expandiendo se hizo evidente la necesidad de crear algo parecido a lo que son hoy en día los bancos. Los antecedentes más remotos que se conocen son el templo rojo de Uruk en el año 3400 AC y luego Babilonia, con el grupo de los Hammurabi en el 2250 AC.
Es en el año 1400 que aparece, en Génova, la expresión Banco, que va a cobrar una importancia capital con el descubrimiento de las Américas.
Hoy no se concibe ningún estado funcional sin un amplio desarrollo del sector financiero, aunque podemos tal vez ver ejemplos arcaicos e ineficaces como los que existen en Corea del Norte y Cuba.
Lamentablemente en Venezuela, si bien aún existen bancos, la actividad crediticia se ha reducido a su mínima expresión, por un manejo errado de la política monetaria por el régimen en el poder, lo cual incide directamente en el desarrollo del país y, por supuesto, en la posibilidad de que este tenga un periodo de crecimiento estable que lo lleve a superar el drama de haber perdido alrededor de un ochenta por ciento del PIB.
¿Será esto debido a ignorancia o ideologizaciones mal entendidas? Lo cierto es que sin financiamientos nacionales o internacionales nunca llegaremos al paraíso ofrecido reiteradamente por quienes llevan las riendas del país.