Sin educación no hay futuro
Una de las situaciones más preocupantes de nuestra realidad actual es el deterioro de la educación pública. Hoy en día, en muchos casos, las clases se imparten solo dos días a la semana, y se han excluido materias fundamentales como moral y cívica, esenciales para la formación de buenos ciudadanos. Además, la reducción de las humanidades en el plan de estudios priva a los estudiantes de herramientas cruciales para comprender su entorno y desarrollar un pensamiento crítico.
Ahora más que nunca, Venezuela necesita jóvenes formados en el conocimiento más valioso de la humanidad, capaces de desarrollar su propio pensamiento y no quedar atrapados en una ideología única y obsoleta. La educación debe ser un espacio donde se fomente la libertad de pensamiento y expresión, valores fundamentales que han sido grandes conquistas históricas.
La Venezuela del futuro debe centrarse en brindar una educación de calidad, accesible para todos y libre de dogmas. En el pasado, la educación pública del país era excelente y competía favorablemente con los colegios privados, produciendo profesionales exitosos que han dejado huella en todo el mundo. Es fundamental recuperar ese legado y garantizar una educación que forme ciudadanos libres y críticos.