Realidad versus narrativa oficial
En su primer reporte del año sobre agresiones a periodistas y medios de comunicación social, el Colegio Nacional de Periodistas seccional Caracas informó que entre el 1 de enero y el 31 de marzo contabilizó 54 ataques y hostigamientos a profesionales de la prensa, mientras 12 periodistas y trabajadores de la prensa se encuentran detenidos “por órdenes del Gobierno Nacional”.
Durante ese período fueron detenidos “arbitrariamente” los periodistas y trabajadores de la prensa Leandro Palmar, Julio César Balza, Carlos Correa, Edison Castro, Belises Cubillán, Román Camacho y Rory Branker y se destacan las desapariciones “forzadas” de Carlos Correa, director ejecutivo de la ONG Espacio Público; Julio César Balza, miembro del equipo de prensa de la agrupación política Vente Venezuela y Rory Branker, trabajador del medio digital La Patilla.
Tratar a los periodistas como criminales, por el solo hecho de informar va en contravía de las disposiciones constitucionales y los acuerdos internacionales firmados por el Estado venezolano, además de estimular la autocensura con la intención de consolidar una narrativa oficial que se muestra débil ante la realidad que vive en carne propia el venezolano y lo hace inmune a la propaganda y los intentos desinformativos.
