¿Quién dijo miedo?
El chavismo, claro. Las cosas no le están saliendo bien, aunque alguien pueda interpretar que es lo contrario. No sólo perdieron al líder máximo, que les dejó estilos y conceptos generales, pero no lineamientos escritos, claros. Chávez el fundador, inspirador y guía, quizás tenía unos objetivos claros y unas etapas a cumplir. Los herederos no parecen tenerlos.
Hay miedo en el chavismo porque tras la muerte de su comandante, en meses su electorado se desplomó. En los momentos con más dinero disponible el propio Hugo Chávez nunca logró superar su propia mejor votación, siempre buscó y jamás llegó a los diez millones de votos. Y con todo el Gobierno, la obediencia de los militares, los poderes públicos y los recursos, Hugo Chávez pudo reconquistar gobernaciones pero no logró frenar el crecimiento de la oposición. Si él no pudo, ¿cómo confiar en que Nicolás Maduro y Diosdado Cabello sí podrán?
Hay miedo porque preparan sesiones parlamentarias y planes destinados a golpear y atemorizar, a desprestigiar y aplastar a Capriles y la oposición, y se les va la mano. Sólo consiguen el rechazo o, como mínimo, la molestia pública. Hay miedo porque cada día que pasa se van dando cuenta de que no saben qué hacer, porque han dictado una confusa red de leyes cuando y como han querido, y ahora el Presidente afirma que necesita poderes especiales y que sean evaluados los ministerios porque no estarían sirviendo para los objetivos propuestos.
Hay miedo porque aunque algunos líderes opositores decidan ir por su cuenta a las elecciones de diciembre, masas de militantes chavistas y dirigentes regionales protestan las decisiones de sus jefes y salen a las calles a expresar sus desacuerdos. Hay miedo porque con años disponiendo de una gigantesca estructura comunicacional, no sólo no han aumentado ni un voto su fuerza electoral, sino que cada día tienen menos.
Hay miedo porque aunque la MUD y la oposición tengan dificultades ya no son minoría y cualquier evento electoral es ahora de alto riesgo para el chavismo. Miedo porque el país se les va de las manos. Miedo porque no tienen idea de cómo impedirlo.