¿Qué significa el 10 de marzo?
No será un día más en el calendario. El 10 de marzo será una fecha memorable en la que los gremios, los estudiantes, la sociedad civil y todos los que amamos la libertad saldrán a la calle no a seguir un líder sino a proclamar, a voz en cuello, como nuestros antepasados en el 19 de abril de 1810, y decir en clara e inteligible voz, no te queremos. Lo que deseamos los venezolanos es vivir en paz y progresar con el fruto de nuestro trabajo y no de la insolente prevaricación de un régimen que ha convertido en ricos a algunos pocos y empobrecido a la inmensa mayoría de la que un día fue proclamada como tierra de gracia.
Además, tenemos que estar conscientes que los ojos del mundo estarán posados sobre nosotros y van a constatar que si es verdad que el pueblo venezolano quiere vivir en democracia y en libertad. No es opción ni excusa quedarse en casa alegando lo que sea. Mañana solo nos queda estar en las calles y demostrarle a los países que nos apoyan, que los venezolanos no somos menos que los ucranianos, tunecinos o egipcios. Que en nuestras venas corre, tanto sangre emancipadora como democrática, y que seremos capaces de triunfar y de reconstruir un país que estos, cual Atilas modernos, dejaron yermo.
En este día nació José María Vargas, nuestro primer Presidente civil, que fue derrocado por las asonadas militares de siempre. A lo mejor este 10 de marzo de 2020 será recordado como la fecha memorable en la que se inició el fin de la dictadura y el comienzo de una nueva era democrática para nuestro país.
El natalicio del doctor José María Vargas nos invita a pensar en su labor cívica cuando fue propuesto para la función de Presidente. Su espíritu estaba orientado hacia la medicina y lo demás lo cumplió por su sentido social y patriótico. El 10 marzo que se avecina nos conduce a reflexionar en el deber que tiene el pueblo venezolano para rescatar la democracia. Los más jóvenes tienen la voluntad y los mayores que han realizado una labor política la dirección de los que reclaman acciones firmes y claras.
La multitud no será la de los personajes del pintor noruego Edwar Munch en sus obras que retratan la soledad espiritual del hombre. Será el canto de la libertad
Entre la caída de los precios petroleros, una crisis financiera que puja por eclosionar y la acción impactante del coronavirus (un bichejo de lo más mal intencionado) que, está dejando al mundo capitalista occidental y no occidental peor que los eventos de los años 30 y con una Italia y una España, casi que como un mundo de leprosos ; aquí en nuestro pequeño país caribeño y sin coronavirus (por ahora), bajo un régimen autoritario que no acaba de entender que su tiempo está feneciendo y donde los milicos quieren la continuidad del goce en el poder, pero sin el jefe de » La banda de los 7″ ni los ministros generales que ya no se les cree ni el Ave María, ni lo del socialismo revolucionario, ni lo de la resurrección de Chávez y menos que reposa en el Museo Militar donde todos saben que tienen un monigote de cera, nos están convocando a una marcha que sea «la madre de todas las marchas», y que quierase o no deberíamos voluntariamente hacer el esfuerzo por participar.
En realidad hay veremos por sus resultados si la decisión de la convocatoria tuvo acogida, si se hizo en el momento oportuno o si es el principio del fin de la autocracia en el poder. Lo cierto es que el oxigeno de la libertad nos hace falta porque queremos abrirnos camino por nuestra propia cuenta, y que sea el punto de partida para que las generaciones presentes y futuras tomen las riendas del poder y nos lleven por el camino de la luz y no el de la oscuridad.
El médico José Maria Vargas, llamado por Andres Eloy Blanco, con toda dignidad, “el albacea de la angustia “, sigue insomne en la eternidad, el pulso injusto entre la militarada insolente y la ciudadanía. Este día 10 de marzo el destino une de nuevo a dos guaireños en la convocatoria a favor de de la democracia incluyente y soberana. Allí estaremos!