Petro, ¿una victoria pírrica?

Petro ganó la primera vuelta de las elecciones en Colombia. Eso era la crónica de una muerte anunciada. Pero el asunto fue que la ganó con un porcentaje menor al que aspiraba si no lograba su meta de triunfar en la primera vuelta. No pudo sobrepasar el 40% y, para colmo, le ladró en la cueva el independiente Rodolfo Hernández ,que al desplazar a Fico Gutiérrez, al lograr más de 28% y este 24%, demuestra que la tendencia al cambio es mayoritaria, pero también que el rechazo a Petro ronda en un 60%.

Para Petro, enfrentarse a Rodolfo Hernández es harina de otro costal, ya que no puede acusarlo de Uribista, de continuismo y de ser parte del sistema. Es un independiente, que ganó sin soporte de partidos, con el apoyo de las redes sociales y que denuncia la corrupción existente en la vida política colombiana. Es decir, Petro se quedó sin bandera y, en alguna manera, él también es expresión del sistema ya que tiene años siendo parte del mismo, tanto como exalcalde de Bogotá, o como senador.

Si Fico hubiese llegado de segundo, Petro la habría tenido más fácil, ya que es probable que gran parte de los votantes de Hernández no habrían votado por Gutiérrez, sino por Petro, lo que es precisamente la inversa con el triunfo de Rodolfo, ya que el voto por Fico Gutiérrez es prácticamente en su inmensa mayoría anti Petro, e incluso, a los votantes de Sergio Fajardo les resultará más atractivo apoyar al outsider, que a Petro. Pareciera, entonces, que Hernández puede superar, en la segunda vuelta, el umbral del 50%.

En todo caso, si Rodolfo Hernández termina siendo el nuevo presidente de Colombia, no le va a ser fácil la tarea de gobernar, ya que no tiene respaldo en el Congreso y se le viene encima la enorme crisis generada por la guerra en Ucrania.