El Editorial
Pensar en el país
Es evidente que la situación que estamos viviendo es insostenible a largo plazo. Gobernar de manera indefinida con mano dura puede generar temor, pero no cambia el estado de ánimo de quienes viven atemorizados. Esta actitud obstinada no solo resulta contraproducente, sino que también aleja cualquier posibilidad de recuperación económica, dejando al país cada vez más aislado y privándolo de las inversiones que son cruciales para salir del abismo en el que nos encontramos.
Por eso, lo sensato e inteligente es negociar seriamente una fórmula que permita una transición pacífica hacia una solución democrática.