Parece que se empieza a ver luz al final del túnel

Cuando todo era oscuridad y el pesimismo estaba llegando al cenit, cayó como un relámpago la noticia de que Alex Saab ya estaba abordando un avión del Departamento de Justicia de EEUU rumbo a Florida y se hizo viral la imagen de un meneludo barranquillero con su pijama anaranjado.

Por si eso no fuese suficiente, después de la visita relámpago de Josep Borrell a Washington y su conversa, que no ha debido ser muy amena, con el Secretario Blinken, el Ministerio del Interior español señaló que el Pollo Carvajal no sumaba méritos para obtener la condición de asilado. Sin embargo, con sus declaraciones públicas para ver si lo dejaban en Madrid, dejó muy mal parados a los de Podemos y, en particular, a Rodríguez Zapatero, de quien dijo era dueño de una mina de oro en Venezuela. Ahora solo falta que al Pollo lo busque el avión del Departamento de Justicia para que vaya a su destino en EEUU, que no creemos que sea el mismo de Saab.

Otro caso, un tanto opacado por las impactantes extradiciones, es el de la posición de Naciones Unidas exigiendo se haga luz sobre la muerte del general Raúl Isaías Baduel.

Tenemos también el viaje del Fiscal de la CPI a Colombia, y supuestamente a Venezuela, lugar donde no sólo oiría la versión del régimen, sino que escucharía a las víctimas. Y a su regreso a La Haya tomaría la decisión de si procede o no el juicio. De iniciar el procedimiento contra Maduro la luz que veríamos sería como la de un estadio y la angustia del régimen retumbaría con un máximo de decibeles.

Es de esperar que los opositores no sean tan estultos como para no aprovechar estas circunstancias. Además deben de una vez por todas resolver el tema de las múltiples candidaturas e ir unidos a enfrentar como uno a los candidatos del PSUV. Si eso ocurriese, el panorama para el 2022 se vería esperanzador con la posible celebración del revocatorio constitucional.