Para la lucha social y el cambio político
Tras un año de elevados índices de conflictividad política, en los que al menos cuatro meses fueron de duras protestas, Venezuela cierra este 2017 con un clima de incertidumbre por el porvenir y sumergida en un espiral de protestas que han variado su contenido.
Si durante los meses de abril y julio los venezolanos protestaron por los derechos humanos y políticos, por la libertad y el rescate de la democracia, desde el pasado 26 de diciembre, un día después del nacimiento del Niño Dios, el país ha comenzado a tomar las calles, esta vez en protesta por la escasez de alimentos básicos y por sus altos costos.
Una mezcla que a diario acaba con el poder adquisitivo de un país en el que sus trabajadores apenas alcanzan los $4 dolares al mes de salario.
El gobierno ofreció un Clap hallaquero que incluía un pernil y su incumplimiento ha generado que en Caracas, sectores como la Vega, la avenida San Martín y hasta Catia, protesten. Pero no porque no tendrán el típico plato navideño en la cena de fin de año, sino porque este Clap serviría para paliar las necesidades de alimentos de los hogares de sectores cada vez más deprimidos.
La revolución del pernil, el último espiral de protesta en el país durante 2017, pone en evidencia que en Venezuela la conflictividad está cambiando, ahora pasó a lo social e irá en aumento en enero de 2018.
Pero para que estas protestas se concreten en cambios que beneficien a los venezolanos debe haber una conducción política. La dirigencia, que hace unas horas se excusaba por no haber entendido los problemas de los ciudadanos, debe voltear su mirada a lo que se avecina y así allanar el camino para que, por la vías de la negociación, se logren los cambios políticos que se requieren para una salida electoral.
A la par de las protestas los venezolanos esperamos que la dirigencia política de respuestas efectivas y cuando el diálogo y la negociación se reanuden y sigan su rumbo, las principales exigencias sean en torno a detener el empobrecimiento masivo del país y a dar el vuelco necesario para lograr el cambio político que avance a lo económico.