No hay que caer en las trampas, hay que sortearlas

Una de las características más distintivas del régimen es su carencia de creatividad y la previsibilidad de sus movimientos. Su confianza en la permanencia en el poder los lleva a creer que tienen un conocimiento anticipado de las acciones inevitables de sus opositores.

Resulta evidente que van a hacer todo lo posible para socavar las primarias de la oposición, ya que son conscientes de que las masivas movilizaciones logradas por distintos candidatos a lo largo y ancho del país representan la amenaza más seria para su control. Estas manifestaciones dan voz a una opinión pública que saben que les es adversa.

Hasta ahora, han recurrido a la intimidación mediante actos violentos en algunos estados, pero han llegado a la conclusión de que estas tácticas son contraproducentes.

Además, mantienen en reserva la amenaza de una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que declararía inválido todo el proceso de las primarias, aunque sopesan con precaución las consecuencias antes de tomar tal medida.

En estos momentos, están explorando la idea de convocar elecciones para legitimar todos los poderes lo más pronto posible. Consideran que esta acción confundiría y desarticularía a la oposición, siendo quizás su única manera de garantizar una victoria electoral.

En caso de que esto se materialice, la oposición, en lugar de seguir compitiendo para elegir al candidato presidencial en la supuesta elección, cuya tendencia está clara según las encuestas, debería concentrarse en consensuar quiénes, independientemente de su afiliación partidista, serían los candidatos más idóneos para gobernadores y alcaldes, respaldándolos como postulantes únicos de la oposición.

Si en su intento por volver a legitimar los demás poderes del Estado incluyen la Asamblea Nacional, la respuesta debe recordar el espíritu del año 2015 y presentar nuevamente un frente unido.

Es innegable que lograr esta estrategia es un reto complicado, pero es la dirección que debería seguirse. Aplicar el dicho popular: «pa’ bachaco chivo y pa’ chivo empalizada», es decir, elegir la estrategia adecuada según la circunstancia, es crucial en estos momentos críticos para la oposición.