Navidad obligada
El origen de la frase “pan y circo” viene del Imperio Romano. Los emperadores encontraron una fórmula para distraer a la población de los asuntos públicos: Regalar comida y brindar entretenimiento.
Es probable que un régimen ineficiente prefiera que suene música fiestera en la radio y no programas de opinión que lo denuncien, posiblemente deseará que la gente permanezca borracha en el bacanal y no consciente de los desmanes.
Paradójicamente, la navidad es momento de reflexión, que llena a la feligresía de esperanza ante la llegada de Jesús, aunque algunos intenten decretarla en forma extemporánea –e inútil- para que entre trago y baile se olviden de lo fundamental: Su libertad. Sería como montar un arbolito en la celda de una injusta prisión, porque así lo dispuso el carcelero.