Los modelos en juego
Se conoce como polarización política la situación en la que la opinión pública se divide en dos polos extremos. Esta realidad usualmente ocasiona un clima álgido, tenso y confrontacional.
Pero en el caso venezolano no hay fuerzas equivalentes. Hay un sector que cuenta con el poder del Estado, los recursos y sus instituciones, que se han apartado del compromiso establecido en la Carta Magna al ponerse al servicio de una parcialidad política.
Del otro lado hay un sector con una capacidad de influencia enraizada en el fervor popular y el deseo de cambio.
Se trata de un modelo que apenas retoña y otro ya seco, que se niega a perder privilegios. Lo deseable es que, después del 28 de julio, el país encuentre las vías para el restablecimiento de la unidad nacional.