Los atentados cercenan la democracia
El atentado sufrido por el ex presidente Trump no solo es condenable y reprobable, sino que también es un síntoma muy peligroso del grave estado en el que se encuentra el espíritu democrático que debería prevalecer durante una campaña electoral. En Estados Unidos ha habido asesinatos de presidentes e intentos fallidos, pero aparte del caso de Robert Kennedy, no ha ocurrido otro intento de asesinato contra un candidato a la presidencia.
Esperamos que este sea un hecho aislado y que no se repita lo que lamentablemente ha sucedido en Colombia, donde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán tuvo consecuencias devastadoras para la democracia. Y ese no fue el único caso en el que el asesinato se utilizó como método para anular a candidatos presidenciales, como ocurrió con Luis Carlos Galán, Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro, y Álvaro Gómez.
La polarización política en Estados Unidos es preocupante porque ha generado, más allá de un debate ideológico, una situación de odio entre muchos seguidores de los candidatos presidenciales con posibilidades de triunfo.