Lo insalvable
Si no hay un cambio político y de orientación económica persistirán situaciones insalvables como el deterioro de la educación, el continuo y prolongado éxodo de venezolanos al exterior, la baja productividad de la industria nacional, la creciente presencia del crimen organizado en nuestro territorio, la existencia de presos políticos, la indetenible inflación, la permanente devaluación de la moneda, la corrupción y la prepotencia.
Si estas no son razones suficientes para ir a votar el 22 de octubre, y luego hacer frente común para vencer en 2024, no sabemos qué más tenemos que esperar para volver a ser un país viable.
Es evidente que, mientras el castromadurismo se mantenga en el poder, no tiene ningún estímulo real para modificar su línea ideológica y, por lo tanto, no hay posibilidades reales de cambios sustanciales en nuestro país.