Lo del Saime, ¡inaudito!
Si algo funcionaba durante la democracia era el sistema de identificación nacional. Incluso fueron frecuentes los operativos de cedulación y obtener un pasaporte pasaba como un trámite normal y no costoso.
Desde que el régimen pretendió controlar no solo a la prensa sino a los ciudadanos, el Saime fue su instrumento. Obtener un pasaporte nuevo o renovarlo se convirtió en una odisea y en el paraíso de los ubicuos gestores.
Ahora resulta que no se sabe por qué desde hace 4 semanas la página del Saime está caída. Nadie en ese instituto sabe dar razones, ni oficialmente hay pronunciamiento. Se habla, entre líneas de conflictos de poder, pero lo cierto es que ningún venezolano puede hoy obtener su cédula de identidad o su pasaporte. Que sepamos, eso no ocurre en ningún país del mundo, salvo tal vez en Cuba o en Corea del Norte.