Las limitaciones a la lucha sindical
Las luchas por los derechos de los trabajadores forman parte de la narrativa tradicional de los movimientos ubicados ideológicamente en la izquierda y la “clase obrera” forma parte de su principal público objetivo, a la que supuestamente protege del “malvado capitalista”.
Sin embargo, como parte de la sociedad posmoderna, las diferencias ideológicas de este tipo se hacen cada vez menos palpables. También nos encontramos con fenómenos como el régimen venezolano, que se presenta como socialista, pero que atenta contra quienes defienden los derechos de los trabajadores.
Y es que existe una orientación desde el poder que intenta limitar la lucha sindical, sobre todo cuando el patrón es el propio Estado. Se ha convertido entonces en una práctica común el encarcelamiento de dirigentes sindicales, a quienes se les abre procesos judiciales solo por la defensa pública de los derechos de los trabajadores.
La Constitución venezolana establece en forma clara, no solo el derecho a pertenecer a organizaciones sindicales para la defensa de los derechos e intereses de los trabajadores, además prohíbe cualquier acto de discriminación o injerencia en su ejercicio y garantiza el derecho a la protesta y la huelga. Por ello, el autodenominado Gobierno “obrero”, debe cumplir con sus obligaciones.
En Venezuela siempre ha existido una larga tradición de lucha sindical y el régimen no debería verla como una acción conspirativa, sobre todo cuando los trabajadores públicos tienen tantas razones para estar descontentos.