Las encuestas que no concuerdan

En la mayoría de los países por lo general, cuando las principales empresas encuestadoras miden la opinión pública sobre elecciones, tienden a ser bastante similares con desviaciones estadísticas aceptables.

En Venezuela, salvo contadas excepciones que no circulan en las redes sociales, son en muchos casos caprichosas, ya que marcan entre ellas profundas diferencias y cada una ubica en el primero y último lugar a candidatos diferentes.

Las encuestas confiables son costosas, porque el trabajo de campo responde a criterios técnicos exigentes y por eso cuando se hacen bien, entre empresas de reconocida tradición, no suelen diferir mucho.

Podríamos decir que muchas de estas encuestas se han convertido en instrumentos de propaganda política y no en mediciones confiables. Y lo grave de eso es que algunos analistas políticos las toman como verdades ineludibles y construyen sus diagnósticos con base a información no necesariamente verdadera.

En los procesos electorales recientes de Colombia y Brasil las principales encuestadoras no se equivocaron en los resultados electorales definitivos, solo en los porcentajes. En Venezuela, está ocurriendo que las diferentes encuestas que se se hacen públicas en las redes sociales no coinciden en practicamente nada , lo que llama mucho la atención.