La Xenofobia
Un ocho se volvió el dirigente adeco Carlos Prósperi cuando Kiko Bautista le preguntó si estaba de acuerdo con la diversidad sexual y por eso, para variar, lo volvieron picadillo en las redes sociales, aunque mayores errores han cometido otros.
Quizás los nervios lo traicionaron y confundió homofobia con xenofobia. Tuvo razón al afirmar que el mundo evoluciona y nosotros no somos Dios para juzgar a otras personas. Eso es verdad, pero la xenofobia no aplica solo a mujeres, como erradamente dijo él. Xenofobia es lo que sufren muchos de los venezolanos que huyen de este régimen hambreador.
Venezuela es el país con la mayor crisis de migrantes de la región, con venezolanos que son culpados, en los países destino, por el aumento de la delincuencia o la falta de trabajo, una xenofobia que alcanza a nuestros niños y jóvenes, quienes, solo por ser extranjeros, son víctimas de bullying en los colegios donde estudian.
¿Qué debemos hacer los venezolanos ante esta situación? Unirnos, de una vez por todas, para sacar a quienes mantienen secuestrada a nuestra Venezuela y le impiden crecer como una gran nación de la que ya no tendremos que huir y, así, dejar de ser conocidos como “la peste que camina por América Latina”.
