La unidad debe ser de acción
El país va mal, la desigualdad ha alcanzado niveles que nunca habríamos podido imaginar, la corrupción se ha convertido en un mal endémico y la irresponsabilidad es la norma.
Es evidente que mientras permanezcan en el poder los causantes de esta tragedia resultará imposible una recuperación, porque las causas que han generado esta destrucción sistemática de todas las instituciones, de la indispensable cohesión social, de los valores éticos y morales, de la salud pública y emocional de los venezolanos, de la productividad, de la educación pública, seguirán presentes.
Haber sustituido un estado de derecho, así fuera maltrecho, por un estado delincuencial, basado en la represión y en la complicidad con el crimen organizado, no puede enmendarse porque perdería su base de sustentación.
Por eso es que es indispensable unir esfuerzos para sacarlos del poder y las primarias no deben ser un espacio para la división, sino para la unidad de propósito, que no es otra que compartir una visión de futuro sustentada en la recuperación del estado de derecho, en la reconciliación de los venezolanos de buena fe y en la aplicación de un acuerdo de gobernabilidad sustentado en un plan país realista y posible.
Y lo debe llevar adelante no quien gane las primarias, sea quien sea, sino todos, en un esfuerzo conjunto para recuperar la democracia y crear las condiciones necesarias para la recuperación económica y social del país.
