La Navidad no se decreta
En nuestra cultura, diciembre ha sido siempre un mes especial, marcado por la llegada de las festividades navideñas. La Navidad no solo es un evento en el calendario, sino un tiempo que despierta emociones profundas, recuerdos y tradiciones que han pasado de generación en generación.
En Caracas, es ya costumbre la competencia de gaitas entre los colegios, un evento que llena de música y alegría las calles. En todo el país, las familias se preparan para hacer las tradicionales hallacas, cada región aportando su toque único, ya sean las versiones andinas, caraqueñas u orientales.
La Navidad ha sido siempre una ocasión de reencuentro familiar y de renovar la esperanza de que el año nuevo traerá mejores tiempos. Es un momento que no se impone por decreto ni se adelanta artificialmente.
Por mucho que se iluminen los arbolitos, se encienda la Cruz del Ávila o se anticipen las luces de la ciudad, el verdadero espíritu navideño no puede ser forzado. Ese espíritu vive en el corazón de los venezolanos, alimentado por la tradición, el calor de los seres queridos y la esperanza de un futuro mejor, algo que ninguna medida ni decreto puede encender o apagar.