La lucha contra la corrupción
La opinión pública sigue con atención lo que está ocurriendo en Venezuela donde han detenido a importantes funcionarios públicos en el marco de una supuesta avanzada contra la corrupción.
Los desvíos de recursos públicos constituyen no sólo expresión de la degradación ética sino que ocasionan grandes pérdidas al Tesoro Nacional y mil millonarias ganancias a los criminales.
El año pasado, el informe de Transparencia Venezuela titulado «Economías Ilícitas al amparo de la corrupción», determinó que sólo el contrabando de drogas, oro, combustible y las actividades ilegales en puertos y aduanas, reportaba anualmente más de 9.400 millones de dólares a organizaciones criminales amparadas por funcionarios corruptos. Tal vólumen de las operaciones ilegales representaba en 2022 el equivalente al 21% del producto interno bruto de Venezuela, según el reporte.
Para que el combate a la corrupción tenga el impacto debido es menester la existencia de instituciones fuertes y autónomas. Lamentablemente el Poder Judicial, Ciudadano y las fuerzas policiales y militares no están exentas de esta conducta perniciosa y la impunidad constituye el principal aliento a estos hechos criminales.
Si en verdad se quiere avanzar en la lucha contra la corrupción, es necesario el rescate del estado de derecho y la recuperación de la vigencia de la Constitución y las leyes, de lo contrario, tan solo seguirán constituyendo eventos espasmódicos que no detendrán la hemorragia de recursos que se van por esa vía, con serias implicaciones sociales y en la calidad de vida de los venezolanos.