La inmoral utilización política de los migrantes
Vergüenza y rechazo público debería generar la manera como los gobernadores republicanos de los estados de Florida y Texas utilizan a los desventurados migrantes venezolanos, al enviarlos a estados del norte que están bajo control del partido demócrata.
Particularmente, el gobernador De Santis, que pareciera dispuesto a enfrentar a Trump por la nominación a la elección de 2024, una vez más hace uso del drama venezolano como instrumento de política interna en el estado de Florida. Ya lo vimos con Trump, que con declaraciones ambiguas en las que dejaba falsamente entrever una eventual invasión a Venezuela para sacar a Maduro del poder, lo que buscaba realmente era el respaldo político del condado de Dade, elemento fundamental para asegurar el triunfo en ese estado pivote clave para las elecciones presidenciales. Y, ahora, Gregory Wayne Abbott, gobernador de Texas, un estado clave para lograr el triunfo en 2024, copia este modus operandi.
La jugada de De Santis parece ser mostrarse aún más radical que Trump en materia migratoria y, además, complicarle la vida a los gobernantes demócratas en estados importantes del norte, como Nueva York y Massachusetts y, de paso, al distrito de Columbia, sede del poder ejecutivo. Los migrantes venezolanos son transportados y dejados a su suerte en esos destinos.
No hay otra manera de ver esas acciones sino con profundo rechazo ético y moral por usar a la miseria como arma política.
Absolutamente cierto
Es indigno y desolador