La inestabilidad mundial: un desafío inminente para Venezuela

La creciente inestabilidad económica mundial, reflejada en la guerra comercial que se perfila tras las recientes respuestas de China a los aranceles impuestos por EE.UU., no es más que el preludio de una serie de conflictos que afectarán gravemente a los países cuya economía depende casi exclusivamente de las exportaciones.
En nuestro caso específico, las nuevas sanciones contra Venezuela dificultarán aún más la capacidad para exportar petróleo. Estas medidas, tanto directas como indirectas, impactarán los mercados a los que tradicionalmente hemos dirigido nuestras exportaciones. Se estima que esto podría reducir más del 50% de nuestros ingresos en divisas, lo cual tendrá un efecto devastador sobre el mercado cambiario y generará un nuevo ciclo inflacionario de altos niveles.
A pesar de las promesas oficiales, estas restricciones también alejarán las inversiones necesarias para incrementar nuestra producción petrolera. Si no comprendemos de una vez por todas que la solución a esta crisis radica en promover medidas que conduzcan a un cambio institucional, nos enfrentaremos a un deterioro imparable de nuestras condiciones de vida, que hará casi imposible una recuperación económica sostenible para Venezuela.