La democracia
Queremos con este editorial refrescar la memoria de nuestra audiencia con los argumentos que grandes hombres han expresado en defensa de la democracia como el mejor mecanismo social para la convivencia pacífica.
Winston Churchill dijo alguna vez «La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás».
Esta frase nos debe llevar a pensar por qué proliferan en el mundo los gobiernos autoritarios, dictatoriales o populistas, todos ellos expresiones de inconformidad o inaceptalidad de adoptar la democracia como método principal y fundamental de gobernar.
“ La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo». Abraham Lincoln
“ Sería una necedad pretender que el pueblo no pueda cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido cometidos por cualquier género de autocracia, estos otros carecen de importancia. John Calvin Coolidge, treintavo presidente de EE.UU
“La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes». Charles Bukowski, escritor norteamericano
“Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado». Albert Einstein
“ Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos». Octavio Paz, escritor mexicano
“ La democracia consiste en poner bajo control el poder político». Karl Popper
“ No hay soberano más legítimo que la nación; no puede haber más legislador legítimo que el pueblo». Diderot
Creemos que, entre muchas, estas frases son esenciales para que entendamos el peligro que corren las naciones cuando personas u organizaciones políticas pretenden infringirlas y llevarnos a formas autoritarias, autocráticas, o dictatoriales porque no creen que lo más relevante en democracia es acatar a la voluntad popular.
Estamos a tiempo de reaccionar y de apoyar los mecanismos que tiene a mano la democracia y, en nuestro caso, manifestarnos a través de la consulta popular.
Investigaciones recientes sobre transacciones financieras de personalidades de la oposición venezolana sugieren actos punibles de corrupción. La política venezolana provoca desinterés. La ciudadanía carece de liderazgo, por eso nos abstenemos de participar en elecciones ilegítimas ni consultas populares intrascendentes. No vemos salida. Quienquiera que sea presidente de los Estados Unidos, generalmente se convierte en el único político que todavía merece algo de respeto o credibilidad en Venezuela. Nuestra moneda de facto es el dólar. ¿Cuántos votos electorales daríamos a demócratas o republicanos en caso de solicitar la anexión?
La democracia en Venezuela ha permanecido por la planificación de partidos estables y organizados, aunque los tropiezos dañaron la estructura jurídica. El Estado no solo es la representación jurídica de la Nación sino su máxima representación política. Por eso, una de sus funciones en garantizar un espacio vacío de poder estatal, una zona propiamente política, que es donde se resuelven las disputas y los conflictos entre los partidos que buscan acceder al Estado.
Confiamos en que los gobernantes que resulten elegidos respeten el juego del poder político coforme a las reglas acordadas.
Queda la esperanza.