La convención de 1954 sobre el asilo diplomático, ¿letra muerta?
La Convención de 1954 sobre el Asilo Diplomático parece haberse convertido en letra muerta para sus signatarios, que incluyen a los principales países iberoamericanos comprometidos a respetar este derecho fundamental.
Es incomprensible e inaceptable que algunas de estas naciones permanezcan indiferentes y no exijan el cumplimiento de un pacto que está siendo sistemáticamente violado. El constante acoso a los asilados en la embajada argentina, actualmente custodiada por Brasil, constituye una clara infracción de lo dispuesto en dicho tratado.
La situación ha llegado a tal extremo que se ha interrumpido el suministro de agua y luz a los asilados, además de impedirles recibir alimentos. Si las embajadas iberoamericanas que forman parte de este acuerdo y que todavía permanecen en el país, se manifestaran frente a la residencia de Argentina, reclamando el respeto al asilo diplomático, podrían contribuir a poner fin a este ilegal estado de sitio.
El silencio y la inacción de las embajadas acreditadas en el país no solo las coloca en una posición lamentable en cuanto al respeto del derecho internacional, sino que también las convierte, en cierta medida, en cómplices de una grave violación de los derechos humanos.