La comunidad internacional vigilante
La decisión de la Unión Europea publicada este lunes, que renueva las sanciones individuales y selectivas contra funcionarios y personas vinculadas al gobierno de Nicolás Maduro, es una prueba clara del compromiso de la comunidad internacional con la solución por la vía electoral de la crisis política en Venezuela.
Señala en el anuncio que el Consejo acoge con satisfacción el acuerdo político del 17 octubre, en Barbados, “lo que representa un paso positivo y necesario en la continuación de un proceso de diálogo inclusivo hacia la restauración de la democracia en Venezuela” y que en ese contexto y en el marco de la revisión anual de sus medidas, “ha decidido acortar la duración de la próxima renovación de 12 a 6 meses”.
Es decir, la Unión Europea se mantiene expectante de que el régimen venezolano cumpla cabalmente el Acuerdo de elecciones libres para proceder a levantar tales medidas, lo que constituye un estímulo para la transición pacífica y el entendimiento.
También, desde Washington, se ha reiterado la fecha del 30 de noviembre como el plazo límite para que el régimen aclare el procedimiento para el levantamiento de las inhabilitaciones políticas. El papel de la comunidad de naciones será clave para la reinstitucionalización del país y así parece entenderlo.