Intereses nacionales vs solidaridad ideológica
Las recientes declaraciones de personajes importantes de la izquierda latinoamericana con críticas al régimen de Nicolás Maduro han sorprendido a algunos, pero la solidaridad ideológica, que es una vieja práctica de gobiernos de izquierda y derecha, cede su paso cuando lo que está en juego son los intereses nacionales.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, conoce en propia carne lo injusto e ilegal de las inhabilitaciones políticas por vía administrativa, ya que él fue víctima de esta práctica y tuvo que recurrir al Sistema Interamericano de Justicia para defender sus derechos. Además, en Colombia viven actualmente casi 3 millones de venezolanos, pero la cifra seguramente se incrementará, si no ocurren en el país unas elecciones limpias e incluyentes este año.
Todo ello bastó para que rompiera el silencio. Se impuso su obligación como jefe de Estado para velar por sus intereses.
Todo el continente está muy pendiente de lo que ocurrirá en Venezuela en los próximos meses y posiblemente veamos a la comunidad internacional involucrándose activamente en la búsqueda de una solución pacífica a la prolongada crisis venezolana. No se trata pues de una injerencia en asuntos externos, sino de la defensa de sus propios intereses, pues la estabilidad en el país es crucial en estos momentos para la región.