¿Hay suficiente presión para que el régimen ceda?
Si se leen con atención las declaraciones públicas de Jorge Rodríguez y de Diosdado Cabello, una mucho más matizada que la otra pero el fondo es el mismo, en pocas palabras, están dispuestos a “ dialogar”, no a negociar para que le quiten las sanciones, en ningún caso para asegurar la alternancia en el poder.
Ahora bien, las palabras son importantes, pero las circunstancias son lo que son y estas terminarán siendo arrastradas por el viento si el entorno internacional se pone de acuerdo en que la situación actual venezolana no es ni sostenible ni conveniente en razón de la crisis mundial.
Ya observamos esbozos de posiciones que insisten en la necesidad imperiosa de que en Venezuela se lleven a cabo elecciones libres y supervisadas. Eso sostuvieron recientemente los presidentes de Francia, Colombia y Argentina. Sería interesante conocer si en las tres horas y medio de diálogo chino-americano, hubo un par de segundos sobre lo inconvenientes que son gobiernos irresponsables como los de Corea del Norte, Rusia, Venezuela, Irán a nivel internacional.
A fin de cuentas, si Xi Jinping y Biden, más que dialogar, se pusieran de acuerdo en cómo debe articularse el mundo para que el comercio fluya sin trabas y el “nuevo orden mundial” detenga guerras producto del voluntarismo de algún autócrata descarriado. Se reduciría considerablemente el margen de juego de muchos dictadores.
Tal vez no estemos aún en esa circunstancia, pero lo que si resulta obvio es que si los grandes se ponen de acuerdo, el espacio de actuar por la libre de los pequeños se reduciría enormemente.
