Gobierno decreta tardíamente zonas de defensa marítima
El 27 de mayo pasado Maduro aprobó y publicó en la Gaceta Oficial la creación y activación de Zonas Operativas de Defensa Integral e Insular (ZODIMAIN) bajo la circunscripción de la Región Estratégica de Defensa Integral Marítima e insular (REDIMAIN). Ese espacio marítimo está dividido en cuatro zonas: 1.- Atlántica 2.- Oriental 3.-Central 4.- Occidental.
Estos vastísimos espacios marítimos pueden, en algunos casos, generar conflictos con nuestros vecinos, ya que abarcan espacios que aún no han sido delimitados y en los que existen pretensiones encontradas.
En el caso de la Zona 1, que se refiere a nuestra costa Atlántica, cubre todas las aguas bajo actual jurisdicción nacional, así como las que corresponden a la Zona en Reclamación, y que constituye, por decirlo de alguna manera, una respuesta a Guyana por la concesiones que ha otorgado tanto en la zona en reclamación como en las aguas que hoy son, indiscutiblemente venezolanas, por formar parte de la plataforma continental que origina el Delta del Orinoco.
En nuestra opinión, este decreto es una reacción tardía frente a Guyana, con lal cual se pretende superar los efectos negativos causados por los silencios, en el tiempo, de la Cancillería venezolana, así como de las declaraciones imprudentes negando la validez histórica de la reclamación venezolana.
En sí, decretar un espacio bajo jurisdicción nacional, sería bueno como lo ha sido la sugerencia de decretar la Plataforma Continental del Delta Amacuro hasta su límite máximo de 350 millas, lo cual es jurídicamente viable. En cambio, ese decreto es -a la luz del derecho internacional del mar- controvertido
Hay un dicho que reza : ´´ Nunca es tarde cuando la dicha llega´´. Y es que por primera vez en muchos años las FANB han dado un paso importante para reafirmar algo que sí es de su competencia como lo es la defensa de la Seguridad Nacional y la Soberanía del territorio, al menos ´´aguas afuera´´. Y como decisión política es oportuna y correcta, especialmente en un momento en que sectores militares estaban bastante disconformes con la forma como desde la época del ex presidente Chávez hasta el presidente Maduro, se había abandonado a su suerte la ´´Zona en Reclamación´´. Lo cierto es que – al menos sobre el papel – nos devuelve una cierta tranquilidad el que se demuestre un interés por esa zona tan rica en recursos petroleros y que hoy explota la Exxon Móvil ; y eso sin negar que resulta inexplicable que nuestra Cancillería se haya dirigido a dicha empresa y no al gobierno de Guyana para el tratamiento del problema.
Que se cree el ZODIMAIN – REDIMAIN con cuatro zonas para proteger los intereses del país está bien, siempre y cuando no impliquen una dispersión de las fuerzas navales que se encuentren bajo la responsabilidad de la Armada y le quiten operatividad en un momento de emergencia. No obstante, sería deseable que Generales y Almirantes nos explicaran a los profanos como piensan manejar ese asunto y como lo han planificado .También, – y ya que el gobierno nos tiene acostumbrados a su incompetencia – , no vaya a ser que un asunto de tanta importancia sea tratado de manera improvisada y politiquera, ya que solo con un gran profesionalismo es que se debe abordar dicho problema. No queremos mas adelante encontrarnos con sorpresas desagradables y el caer en nuevas frustraciones por una interesada y mal intencionada manera de conducir nuestros asuntos político – militares.
Quedaría pendiente lo planteado por el EDITORIAL de hoy y que viene dado por lo controversial del decreto dentro del marco del Derecho Internacional del Mar. Y que igual a lo anterior, nuestros especialistas en Derecho Internacional – que los tenemos y muy buenos -, nos explicaran de forma sencilla y comprensible el por qué de sus observaciones. Pero en resumen, es la primera vez que veo con ´´simpatía´´ a nuestras FANB luego de algo mas de tres lustros de abusos y corrupción ; ojalá que tal decisión permitiera un sano acercamiento con esa institución tan importante en un futuro por lo demás, pletórico de desconfianza mutua y de real incertidumbre. Que todo sea por el bien de nuestro país.