Firmeza y coherencia es lo que necesitamos
Sabemos que el régimen continuará llevando a cabo escaramuzas cada vez más agresivas y sin sentido. Sin embargo, hasta que no tomen medidas concretas que impidan la celebración de elecciones libres, estas acciones serán principalmente de naturaleza indirecta y se caracterizarán por un lenguaje incendiario. Tienen un doble propósito. Por un lado, buscan transmitir a sus seguidores radicales que están dispuestos a enfrentarse a quienes consideran sus adversarios: el imperio, el Comando Sur, la Exxon, la Corte Internacional de Justicia, María Corina y cualquier otro que se atreva a desafiarlos o cuestionarlos. Por otro lado, están siendo cautelosos al evitar tomar medidas concretas que puedan sabotear lo acordado en Barbados. Esto se debe a que, entre todas las cosas que no pueden obtener de ninguno de sus «amigos», el respaldo financiero es una de las principales.
Aquellos de nosotros que estamos luchando por restaurar la democracia debemos recordar el lema que en su momento popularizó el General López Contreras: «calma y cordura». Debemos esforzarnos al máximo por evitar caer en provocaciones y resistir la tentación de responder a las incoherencias que proclaman a diario. En lugar de ello, debemos aplicar el sabio consejo de «a palabras necias oídos sordos» y enfocarnos en fortalecer la unidad y solidaridad de todas las fuerzas que apoyan el objetivo común: impulsar un cambio hacia una transición democrática, sin retroceder en nuestro empeño.