Empresarios con y sin criterio
En Venezuela hay muchos empresarios con principios que continúan afanosamente luchando, tratando de sobrevivir a las calamidades impuestas por este régimen destructor. Mientras que otros – afortunadamente no los más- pecan de un oportunismo sin criterio, ya que creen erróneamente que lisonjeando algunas de las aberraciones de la dictadura, como esa anticonstitucional ley ridículamente llamada antibloqueo, se va a dinamizar la casi paralizada economía y que las múltiples empresas expropiadas van a ser devueltas a sus antiguos dueños.
No se percatan que esta última maniobra de un moribundo régimen es un parapeto para concentrar más el poder en la cabeza de Maduro, y que no solamente será opaca y discrecional, sino que no tendrá ninguna supervisión institucional.
Creer que este régimen que ha destruido las instituciones, la economía, la agricultura, la ganaderia, la producción de petróleo y sus derivados, que acabó con la industria del aluminio y del acero, de la generación y distribución de la electricidad va a cambiar, como por arte de magia, con una ley que no es ley sino una aberración, es un acto de ignorancia o de ingenuidad, o peor aún, un intento acomodaticio de recuperarse.
Desaplicación de normas en la denominada «Ley Constitucional» o Ley antibloqueo.
Desaplicación de normas inconstitucionales.
La ley organiza y limita al poder público sometiéndolo a competencias o facultades expresas y a controles. Este es el llamado Principio de la Legalidad, el cual está contenido en el artículo 131 de la Constitución. Sólo los jueces, en situaciones muy específicas que implican la violación de derechos constitucionales, pueden justificadamente suspender o desaplicar normas jurídicas en casos concretos sin que la desaplicación se traslade a otros casos distintos.